La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, condicionó el voto de su militancia a favor de Nicolas Sarkozy en las presidenciales al apoyo que pueda recibir de éste en las legislativas de junio.
En una entrevista concedida a la emisora RTL, indicó que antes de pronunciarse espera del presidente y aspirante a la reelección, Nicolas Sarkozy, y del secretario general de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean François Copé, una respuesta clara al respecto.
"Espero a que Sarkozy y Copé respondan si en caso de duelo entre el FN y el Partido Socialista en las legislativas preferirían que fuera elegido un diputado socialista o uno del Frente Nacional", apuntó la ultraderechista.
Le Pen lamentó, no obstante, que los proyectos que ofrecen tanto Sarkozy como el socialista François Hollande ofrezcan una futura presidencia del país que vaya a estar marcada a su juicio por la "dictadura" de la Unión Europea.
"No habrá una presidencia, sino una gestión vaga bajo la dictadura de la UE", indicó en esa emisora, donde subrayó que la única capacitada de ejercer la jefatura del Estado es ella por ser la única capaz de defender la soberanía del país.
La ultraderechista, que en la primera ronda de las presidenciales el pasado domingo se quedó en tercer lugar, con un histórico 17,9% de las votaciones para su partido, criticó también el "desprecio" con el que ambos candidatos, aseguró, han tratado a sus electores.
Para la líder del FN, el hecho de que ambos indicaran que el voto dirigido a su partido fuera "de cólera y desesperanza" refleja que los dos finalistas "no han entendido nada" sobre las aspiraciones de la población.
"Mi voto fue uno de esperanza y de adhesión a los principios expresados desde hace años", aseguró Le Pen, que criticó además que históricamente se haya tratado a sus militantes de xenófobos y de estar fuera de la República y por cuestiones electorales se busque ahora el apoyo de ese mismo colectivo.