Sintonía plena entre Mariano Rajoy y Felipe Calderón. El presidente del Gobierno abandona México, para proseguir con su gira América Latina, convencido de haber alcanzado una fuerte alianza. Así lo quiso dejar claro, en una comparecencia conjunta: "Excelente relación bilateral" y "enfoques semejantes" en asuntos regionales e internacionales, resumió.
Rajoy estuvo dos días en México, uno en Puerto Vallarta y otro en la capital. En ambas ocasiones, Calderón le mostró su respaldo ante el expolio argentino. Pero, yendo un paso más allá, defendió con ahínco su programa reformista: "Dadas las adversas circunstancias que encontró al llegar al Gobierno, Rajoy ha actuado con altura de miras", pronunció el líder mexicano.
"Hacer lo que se debe de hacer, independientemente de la coyuntura, es lo que marca la distinción de los estadistas, sabemos que actualmente España atraviesa por una difícil situación económica y confiamos, al igual que la mayoría de los españoles, en su liderazgo para sacar adelante a esa nación hermana", prosiguió el presidente mexicano, que abogó por "más México en España" y viceversa.
Rajoy se comprometió a ello, destacando que "México es para España un aliado fiable y estratégico con el que tenemos un elevado nivel de diálogo en todos los ámbitos". De hecho, en esta primera cumbre bilateral hubo mucho de trabajo de despacho a fin de afianzar relaciones económicas. El presidente llamó a que "vengan muchas empresas mexicanas más" al país.
Capítulo especial se le dedicó a la lucha contra el terrorismo, tanto en las fronteras mexicanas como en el lado de la cooperación, muy intensa en los últimos años entre ambos países. "Mi más sincero agradecimiento por la ayuda que nos ha prestado y sigue prestando en la lucha contra el terrorismo", le dijo Rajoy, en relación a ETA. De igual forma, le tendió la mano "par aponer fin -en México- a todo tipo de violencia por el narcotráfico y el crimen organizado".