Su nombre sonó insistentemente hace unos meses durante las numerosas y violentas protestas estudiantiles en Chile contra las reformas educativas de Sebastián Piñera. En ese momento era presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh) -lo fue en 2010 y 2011- y ahora ocupa el cargo de vicepresidenta.
Cuando apareció en todos los medios de comunicación, esta militante de las Juventudes Comunistas de Chile no sólo llamó la atención por su evidente belleza sino también por su defensa de la política cubana a tal punto de dudar de la constante represión que sufren los opositores en la isla. Lo hizo en Cubadebate, un medio oficialista de la dictadura castrista: "No vi en ningún momento un 'Guanaco' y un 'Zorrillo' (carros antidisturbios usados en Chile que lanzan agua y gases) o gases lacrimógenos". Ante esto, la bloguera Yoani Sánchez respondió que en Cuba no se "ha podido organizar una sola marcha espontánea en 53 años", al tiempo que denunciaba a los "policías tecnológicos que rastrean la web", "esos que no usan balas de goma, sino insultos, no lanzan chorros de agua sino estigmatización e injurias".
Vallejo fue invitada a La Habana a inicios de este mes a las celebraciones por los 50 años de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba (UJC). Advertida de esto, Sánchez intentó reunirse con ella, tal y como confesó la cubana en un artículo publicado en el diario La Tercera de Chile: "Escribí un pequeño mensaje de texto y lo mandé al número de servicio de la red social Twitter, camino accidentado y a ciegas que usamos numerosos cubanos para narrar la isla en trozos de 140 caracteres. 'Como me gustaría hablar con @Camila_Vallejo pero el cerco oficial alrededor de ella es inexpugnable', rezaba mi breve trino hacia el ciberespacio". Como era de esperar, Sánchez no recibió ningún tipo de respuesta pero agregó en su cuenta que " Si pudiera hablar con ella trataria de contarle a @Camila_Vallejo esa otra #Cuba que la propaganda oficial esconde o silencia".
En el artículo, la bloguera cuenta todos los intentos que hizo para acercarse a la chilena aunque todo fue inútil. En una de esas ocasiones, narró que "dos hombres de camisas a cuadros me habían impedido acercarme al Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde se presentaba su libro Podemos cambiar el mundo. Al aproximarme uno de ellos me interpeló: 'Piérdete, que aquí no vas a poder entrar'". Para Yoani, "la chilena se veía aún envuelta en el glamour que siempre la acompaña, pero sometida al protocolo encartonado y obediente de su contraparte cubana. Curiosa paradoja, de la postura antihegemónica en su país, Camila pasaba a compartir la palabra y la sonrisa con la hegemonía del pensamiento oficial cubano".
Por eso, lamentó que la dirigente estudiantil "obedeciera" las reglas marcadas por el régimen y no viera "la otra Cuba" que las autoridades no le mostraron. La bloguera subrayó "el carácter estrictamente oficial" de la visita de la líder estudiantil chilena y dijo que para evitar el contacto con ella "bastaba encerrar a la visitante en un círculo oficial del que no pudiera salirse". "La rebelde Camila obedeció esas reglas", sentenció.
Pero Vallejo no sólo se limitó a reuniones con estudiantes sino que incluso llegó a reunirse con el dictador Fidel Castro. Tras esa cita, Vallejo declaró que Castro es "un gran visionario" y sus reflexiones son "como una carta de ruta", unas opiniones que el portavoz del Gobierno chileno, Andrés Chadwick, calificó de "retrógradas". Sobre la reunión, Yoani Sánchez dijo que el mismo que "desmontó todo rastro de independencia estudiantil, declaraba su simpatía por las historias de rebeldía que le contaba Camila Vallejo". Y sobre las palabras de ésta al término del encuentro, la bloquera apuntó que dejaban claro que "la Cuba oficial había abducido a Camila Vallejo".
Finalmente, en su artículo en el diario chileno señaló también que le hubiera gustado que Vallejo hubiera visto "la otra Cuba que no se había enseñado", en referencia a los allanamientos y detenciones de disidentes.