El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha advertido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de que ésta podría ser su "última oportunidad" para embarcarse en una negociación con el Gobierno para alcanzar la paz.
En una entrevista concedida al diario El Tiempo, Santos ha explicado que los narcoterroristas están cada vez más debilitados y más aislados debido a los golpes que le ha asestado la Fuerza Pública y a las reformas que ha puesto en marcha su Gobierno, que "constituyen las verdaderas bases para la paz".
"Ahí están todas las reformas que estamos haciendo para que este país sea menos desigual. Eso yo no lo puedo sacrificar por la ilusión de llegar a la paz. Y eso es lo que espero que la guerrilla entienda el día de mañana: que la deja el tren de la historia. Porque las vamos a hacer de todas formas, con o sin guerrilla", ha afirmado.
Interrogado sobre el camino hacia la paz, Santos ha reiterado que la reciente liberación de los últimos uniformados en poder de las FARC son "un paso en la dirección correcta" que es "importante", pero "no suficiente", por lo que ha insistido en que la guerrilla debe mostrar su "voluntad real" de acabar con el conflicto.
Así, el presidente ha apuntado que no va a precipitarse "hasta estar seguro" porque las FARC "han engañado al Gobierno en demasiadas ocasiones y el pueblo colombiano ha salido perjudicado por el afán de llegar a un acuerdo con la guerrilla". "Me está sucediendo como a Santo Tomás: hasta que pueda meter el dedo en la llaga, no creo", ha ejemplificado.
Santos ha explicado que su decisión de dar luz verde al proceso de paz con las FARC será fruto de una "convicción íntima". "Uno tiene ciertos elementos en su cabeza que la experiencia le ha dado. Yo he estudiado mucho los procesos de paz en otras partes del mundo, vivo leyendo sobre ese tema y tengo bastante claro mi paradigma", ha apuntado.
Si bien, como en ocasiones anteriores ha insistido en que no ha descartado la opción de lograr una solución al conflicto. "Ojalá podamos avanzar en esa dirección. Por supuesto que nada me satisfaría más que poder ser el presidente que llegue a la paz, pero sería peor, mucho peor, ser el presidente que tuvo otro fracaso", ha subrayado.
"Vamos a ver cómo evoluciona. Yo no voy a sacrificar ningún otro objetivo de mi agenda por la paz. Si viene bienvenida sea, pero no es mi obsesión porque en el momento en que la ponga como mi prioridad, ahí sí me voy a precipitar a cumplirla, y cometo un error", ha añadido.
Ayer, en una entrevista concedida a la revista brasileña Época, Santos reveló que estaría dispuesto a dirigir personalmente las negociaciones con las FARC, tal y como hizo para mejorar las relaciones con el presidente venezolano, Hugo Chávez. A este respecto, recordó que es una competencia que la Constitución atribuye al Jefe de Estado.