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Siria rechaza el plan de la ONU y exige a los rebeldes que entreguen las armas

Los rebeldes dicen que Al Assad no respetará el plan de paz de la ONU.

El Gobierno sirio ha condicionado el cumplimiento del plan del enviado especial Kofi Annan -que incluye la retirada de las tropas gubernamentales de las ciudades- a que los "grupos terroristas" cesen la violencia, informó el ministerio de Asuntos Exteriores.

En un comunicado difundido por la televisión siria, el portavoz sirio de Exteriores, Jihad Maqdisi, señaló que Annan no ha presentado "garantías escritas" sobre la aceptación del fin de la violencia por parte de "los terroristas" ni sobre el compromiso de Catar, Arabia Saudí y Turquía para que dejen de financiar a estos grupos.

El régimen sirio consideró también que las últimas declaraciones de Annan en el Consejo de Seguridad de la ONU fueron interpretadas de manera "errónea".

El pasado lunes, Annan señaló en este organismo que Siria había aceptado el próximo 10 de abril como la fecha límite para la aplicación de su plan de paz, que incluye el fin de la violencia y la retirada de las tropas gubernamentales de las ciudades y sus alrededores.

El portavoz sirio destacó que "Siria no repetirá lo que sucedió con la (anterior) misión de observadores de la Liga Árabe, cuando sacó a sus fuerzas de las ciudades y los grupos armados aprovecharon para reorganizarse, armarse y llevar a cabo todo tipo de terrorismo".

Según su versión, las Fuerzas Armadas se vieron obligadas a "responder a los llamamientos de la población, proteger a los civiles y restaurar la seguridad de las ciudades sirias".

En ese sentido, Damasco también culpó a los grupos armados del incremento de la violencia en los últimos días desde que Siria aceptase el plan de paz y les exigió que, además de detener la violencia, entreguen sus armas.

Los rebeldes: "El plan fracasará"

El líder del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), el coronel Riad al Asaad, ha declarado este domingo que el plan de paz propuesto por el mediador de la Liga Árabe y Naciones Unidas para el conflicto en Siria, Kofi Annan, está destinado al fracaso porque el Gobierno sirio no lo pondrá en práctica.

"El régimen no pondrá en marcha este plan. Este plan va a fracasar," ha afirmado Al Asaad a Reuters por teléfono desde Turquía. Además, ha desmentido al Gobierno de Damasco al asegurar que no les han pedido garantías por escrito de que van a poner fin a la violencia.

"Hemos dado nuestra palabra de que si el régimen se compromete con el plan nosotros también lo haremos. Somos honestos", ha señalado Al Asaad.

El plan elaborado por Annan, exige que el presidente sirio, Bashar al Assad, "comience la retirada de las concentraciones militares en los alrededores de los centros de población" para el próximo martes, día 10 de abril, con el fin de iniciar una tregua 48 horas después.

Según los grupos opositores, el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, ha intensificado la represión en varios puntos de Siria, donde en los últimos días murieron más de 150 personas pese a que allí se encuentra un equipo de observadores de la ONU para estudiar con las autoridades el futuro despliegue de una misión militar de supervisión y el seguimiento del plan de paz.

Estas operaciones se producen antes de que el próximo 10 de abril venza el plazo dado por Annan a Siria para que cumpla su compromiso de aplicar el plan de paz, que busca una salida a la crisis.

Con el respaldo del Consejo de Seguridad, el enviado especial ha dado un ultimátum hasta las 05.00 GMT del 12 de abril para que se ponga fin a las hostilidades en Siria.

En su comunicado, el Ministerio sirio de Exteriores reiteró lo que denominan su compromiso con la iniciativa, que estipula el cese de la violencia por parte de todas las partes implicadas, el restablecimiento de la autoridad del estado en todo el territorio y el comienzo de un diálogo nacional entre el Gobierno y los sectores de la oposición en el país.

Además, la propuesta de Annan exige que se garantice el acceso de personal humanitario al país, se facilite la transición política hacia la democracia y se permita el acceso de la prensa, entre otros.

Según datos de la ONU, desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo de 2011, más de 9.000 personas han muerto, mientras que más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en el extranjero.

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