La acusación solicitará la pena de muerte para Cheikh Mohammed -considerado el cerebro del 11-S- y otros cuatro acusados por los atentados contra las Torres Gemelas en 2001, según ha anunciado el Pentágono.
Éste y otro cuatro hombres más están acusados de ser responsables de "la preparación y la ejecución de los atentados del 11-S, que acabaron con la vida de 2.976 personas", ha indicado el ministro de Defensa en un comunicado. Asimismo se enfrentan a los cargos de terrorismo, secuestro, conspiración y asesinato, entre otros.
Los acusados, todos ellos presos, serán juzgados por un tribunal militar en la Base Naval de Guantánamo, en Cuba, dentro de 30 días. Estos cargos llegan un año después de que el Gobierno de Barack Obama abandonara los esfuerzos por tratar de llevar a Mohammed y el resto de acusados ante una corte civil, como había prometido.
La Unión Civil de Libertades Americanas ha condenado la decisión de procesar a los acusados mediante un juicio militar. "Es un terrible error juzgar el ataque terrorista más importante de nuestro tiempo mediante un sistema judicial de segunda línea", ha declarado Anthony Romero, el director Ejecutivo de esta organización.