Que José Manuel García-Margallo no es de los políticos que eluden coger el toro por los cuernos parece demostrado, transcurridos varios meses de su llegada al Ministerio de Asuntos Exteriores. Incluso para, ni corto ni perezoso, leerle la cartilla en una entrevista en televisión a la mismísima canciller Angela Merkel, de la que dijo que siempre llegaba "un cuarto de hora tarde".
Lo cierto es que las encuestas lo sitúan entre los mejor valorados del Ejecutivo, y eso que junto a su compañero Pedro Morenés, titular de Defensa, es de los menos conocidos. Recientemente dio muestras de ese desparpajo en un encuentro con miembros de la Fundación para la Libertad, el colectivo constitucionalista que preside Nicolás Redondo Terreros. Aunque la cuestión antiterrorista y la política vasca no son, evidentemente, de su competencia, ETA sigue siendo una de las cuestiones que más afectan a la marca España que su departamento pretende potenciar.
Según ha podido saber Libertad Digital, Margallo les ha pedido "un papel" para fijar postura ante la situación en el País Vasco, marcada por el comunicado de cese de la violencia (que no disolución) de la banda terrorista y por el poder creciente del entorno de ETA, sobre cuya legalización debe pronunciarse en breve el TC al resolver el recurso de la ilegalización que el TS hizo de Sortu. Nada que ver, comentan fuentes de la Fundación para la Libertad, con la cerrada actitud ante el colectivo constitucionalista de los antecesores de Margallo, en particular Miguel Ángel Moratinos. "Ni nos recibían".
Es decir, que ante las embestidas internacionales del mundo de Batasuna-ETA la Fundación tuvo que actuar en solitario. Ocurrió en dos ocasiones: cuando los abertzales acudieron en 2007 a Sudáfrica, tierra propicia para una mercancía ideológica con la autodeterminación como principal reclamo, y cuando Juan José Ibarretxe, en 2008, ilustró a los estudiantes de Stanford con su plan secesionista.
Entonces, Nicolás Redondo Terreros, como confirma en conversación con este diario, decidió contrarrestar de la manera más eficaz posible. Y por ello envió a pronunciar una conferencia a EEUU a Joseba Arregi, antiguo militante y consejero del PNV hoy en posiciones críticas con ese mundo, mientras que a Sudáfrica acudió una delegación encabezada por Teo Uriarte. Este último elegido ex profeso por su pasado en ETA, un perfil muy parecido al del fallecido Mario Onaindía, referente para Redondo cuando era secretario general del PSE.
Ahora parece que en esa estrategia no caminarán tan solos. "Lo de Sudáfrica fue tremendo, no vimos ni un duro para los desplazamientos, cuando se subvencionan tantas cosas, incluidas las actividades de colectivos próximos a la izquierda abertzale y a ETA", se lamentan en la Fundación para la Libertad.
El aniversario del asesinato de Pagazaurtundua, fecha del encuentro.
El pasado 8 de febrero un grupo de amigos vinculados a la Fundación para la Libertad cenaba en San Sebastián en el noveno aniversario del asesinato por ETA del que fuera jefe de la Policía local de Andoaín y militante del PSE, Joseba Pagaurtundua. Su hermana Maite preside ahora la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Hasta la capital donostiarra se había desplazado también José Manuel García-Margallo. El ministro de Exteriores se reencontraba con sus antiguos compañeros del colegio San Ignacio de los Jesuitas. Aun así, tuvo tiempo para acercarse a saludar a la pandilla constitucionalista, con la que ha compartido batalla política. Por ejemplo con Javier Elorrieta, quien se quedó muy sorprendido de que recordara los días en que coincidieron en Bruselas, cuando el ministro era eurodiputado del PP. Era la época de la negociación del Gobierno Zapatero con Batasuna-ETA y los populares consiguieron frenar la pretensión de los abertzales de que la Eurocámara blanquease aquel proceso. Según varios de los asistentes, García Margallo se encontraba a gusto y estuvo largo rato de mesa en mesa departiendo con unos y otros. Y de ahí salió el acuerdo para colaborar, que se concretará un poco más en un encuentro próximo.
El apoyo doctrinal de un colectivo como la Fundación para la Libertad puede ser de suma importancia para Exteriores en los tiempos que se avecinan. Sobre todo para tener bien entrenados a los embajadores de nuestro país, que recientemente, como informaba el diario El País, han recibido instrucciones sobre cómo responder ante cuestiones que despiertan el interés por España y son equívocas para la opinión pública internacional. Es el caso de la condena por prevaricación a Baltasar Garzón o de la inhabilitación por dopaje del ciclista Alberto Contador. La línea de este colectivo queda reflejada en documentos como el que recientemente remitió a la ONU, y al que ha tenido acceso Libertad Digital. En el texto se subraya que la "fuente primordial" de las agresiones a los derechos humanos en España "la constituye la organización terrorista ETA" y se aplaude la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que avala la ilegalización de Batasuna, fallo que califica como "herramienta imprescindible a la hora de calibrar el nivel de exigencia democrática que debe plantearse a quienes hasta la fecha han servido de brazo político y agentes de socialización del terror". Y concluye que el escenario de una derrota de ETA "debe propiciar la de su pretensión política".
Exteriores retoma el contacto con las víctimas de ETA
García-Margallo ha estrechado lazos con la Fundación para la Libertad. Les ha solicitado documentación y se reunirá con ellos.
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