Con esta mentalidad no vamos a ninguna parte y es la responsable última de que hayan muerto siete personas inocentes. A esta gentuza hay que declararles la guerra, no contemporizar, y si se sabía lo que era el tío no hay que avisar de nada, se le elimina mediante una acción de los servicios secretos y punto. Hoy estarían vivas esas siete personas.