A dos días de cumplirse un año del terremoto de Japón, la atención internacional ha vuelto a fijar su foco en el país asiático, especialmente en Fukushima. El lugar se ha convertido en el símbolo claro de la peor crisis nuclear de los últimos 25 años, y sus emisiones radiactivas continúa centrando la atención de los principales medios de todo el mundo.
Mientras, el país aún llora a sus muertos y ultima las ceremonias de conmemoración de la tragedia y las autoridades han vuelto a abrir un contingente de búsqueda de los desaparecidos en el área de Fukushima. Un contingente formado por bomberos, agentes de Policía y cooperativas locales recorren las zonas costeras y el área de evacuación por alta radiación en torno a la maltrecha central de Fukushima Daiichi.
El contingente buscará a los desaparecidos en zonas de maleza y ríos, con barcos y cámaras subacuáticas, y también dentro de la zona de exclusión de 20 kilómetros que rodea la planta, informó la agencia local Kyodo.
Recuerdo de las víctimas
La ciudad de Ishinomaki, una de las más afectadas, ya ha comenzado a realizar numerosos rituales, ofrendas y ceremonias en recuerdo de las víctimas de la tragedia. En esta ciudad costera de la provincia nororiental de Miyagi, el tsunami dejó 3.735 muertos o desaparecidos, y un año después los efectos del desastre son aún claramente visibles en las montañas de escombros y coches que marcan el horizonte.
Los templos de Ishinoamki registraron un constante peregrinar de personas que quisieron anticipar el aniversario para dejar ofrendas de flores en los cementerios, aún parcialmente destruidos con numerosas lápidas superpuestas y tierra removida. Por las calles de la ciudad, el municipio que mayor número de fallecidos registró, se veían monjes con campanas para llamar a la oración y carteles informativos sobre las celebraciones preparadas el domingo para el aniversario. "Aquí casi todos hemos perdido algo o a alguien", dijo a EFE Ken Nakagawa, un taxista de 42 años, que perdió a su madre a causa del tsunami.
En templos costeros, como el budista de Sakioji, que se salvó de la destrucción, estos días hay numerosas ceremonias privadas en recuerdo de las víctimas. "Desde hace tres semanas ha aumentado muchísimo el número de ceremonias", indicó a EFE Shinso Higuchi, monje encargado del templo, tras concluir un rito funerario por dos de los ancianos que perecieron el 11 de marzo.
Ceremonias oficiales
De los cerca de 20.000 muertos o desaparecidos por la tragedia de marzo, dos terceras partes de las víctimas eran personas mayores de 60 años, según los últimos datos de la policía nipona.
El aniversario del 11 de marzo será conmemorado en Japón con numerosas ceremonias y homenajes y un minuto de silencio a las 14:46 hora local (05:46 GMT) del domingo, la hora en que el 11 de marzo de 2011 tuvo lugar el terremoto de 9 grados Richter.
Además de miles de muertos y destrozos millonarios, el tsunami que siguió al seísmo provocó un grave accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi, el peor desde el de Chernóbil, que aún mantiene a cerca de 80.000 personas evacuadas en un radio de 20 kilómetros alrededor de la planta.