El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, asegura en una entrevista en El Mundo recogida por EFE que, en la primera reunión que mantuvo con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, le dejó claro que "¡España ha vuelto!" y que sería un socio "serio y responsable".
"Por eso, yo en Múnich, hace dos semanas, lo primero que le dije a Hillary Clinton fue: '¡España ha vuelto!'. Quiere ser protagonista en la escena internacional. Es un Gobierno serio, responsable. Por eso, en la UE hemos cumplido ya lo que es nuestra obligación", asegura. El ministro de Exteriores se vio por primera vez con Clinton el pasado día 4 aprovechando su asistencia a la Conferencia de Seguridad celebrada en la ciudad alemana.
En opinión de García-Margallo, España "no puede hacer de don Tancredo y quedarse quieto en la plaza" cuando forma parte de una alianza en la que tiene "derechos y obligaciones".
Sobre Gibraltar, subraya que el anterior Gobierno socialista cometió "dos errores capitales" que "había que atajar desde el primer momento para evitar malentendidos, que en política exterior tienen consecuencias muy graves". Estos errores se refieren a que se aceptara no hablar de la soberanía sin el consentimiento de los gibraltareños e integrar a las autoridades del Peñón en el Foro de Diálogo en igualdad de condiciones que España y el Reino Unido. "El tema de Gibraltar es muy serio", zanja García-Margallo.
Atribuye el "¡Gibraltar, español!" con que saludó a un eurodiputado británico o la frase de "Merkel siempre llega un cuarto de hora tarde" a su predilección por el lenguaje directo.
"Detesto los gerundios, los adjetivos y los adverbios. Soy partidario de sujeto, verbo y predicado. En la vida, cuando he querido dar un mensaje, he preferido hacerlo alto y claro", apunta.
El jefe de la diplomacia española advierte de que si se rompe el euro, "salta el proyecto por los aires" y Europa "puede desaparecer".
García-Margallo es partidario de "coger el toro por los cuernos" en cuanto a Grecia, "construir un solar nuevo en el que se acabe con la hemorragia de la deuda soberana" y poner en marcha un "Plan Marshall" para ayudar a este país. Sobre este país, Margallo asegura que "sabíamos desde hacía tiempo que había falseado sus cuentas y que su proporción de deuda pública era disparatada". Pero señala que lo que ha habido es "un pecado original, y es que la unión monetaria no había una reunión económica paralela".
Se podría haber atajado, dice, si se hubiese buscado una solución en un "primer momento". "Llega un momento en que la gangrena te obliga a elegir entre morirte o que te corten un miembro".
"Cuando se llega a la moneda común es cuando se cae en la cuenta de que una unión monetaria sin una unión económica es como un tigre vegetariano. Las grietas empiezan pronto y ya en 2005 se ve que el edificio no funciona, pero entonces las cosas iban bien".
La solución puede pasar por "poner en marcha un Plan Marshall". Y es que si se rompe el euro, "salta el proyecto europeo por los aires, y volvemos a una situación anterior a 1956". Europa podría desaparecer, lo que supone "un retroceso imposible en un mundo con 1.300 millones de chinos y 1.000 de indios".
Por otro lado, el ministro insiste en que mientras Cuba no dé pasos hacia la democracia, España no apoyará el cambio de la Posición Común de la UE, marco que rechaza que sea una "interferencia" en la política interna de la isla.
En cuanto al Sáhara Occidental, destaca el "gesto" que representó decirle a Marruecos que España seguirá la doctrina de la ONU para lograr una solución.