Un golpe de Estado fuerza la dimisión del presidente de Maldivas

La Policía de Maldivas se ha amotinado este martes y se ha hecho con el control de la televisión estatal, tras lo que ha comenzado a emitir un llamamiento a la población por parte de la oposición para que salga a la calle para derrocar al presidente, Mohamed Nasheed, según han informado testigos presenciales.

Nasheed se encuentra en el interior de la sede de las Fuerzas de Defensa Nacional de Maldivas (MNDF) –organización de seguridad conjunta encargada de la defensa de la seguridad y la soberanía del territorio– y sigue manteniendo el control del Ejército, según ha dicho una fuente presidencial. Según indican varias fuentes, se ha visto obligado a dimitir. 

Horas antes, alrededor de 500 personas han intentado irrumpir en la sede de la MNDF en una manifestación en la que han participado decenas de agentes de Policía de uniforme y que han  sido dispersadas con el lanzamiento de gases lacrimógenos.

Las manifestaciones comenzaron después de que el presidente, Mohamed Nasheed, ordenara la detención del juez presidente del Tribunal Supremo, al que acusa de ser aliado del expresidente Maumoon Abdul Gayoom.

Desde entonces, Nasheed, considerado como el presidente que llevó la democracia al país tras su victoria en las elecciones de 2008, ha tenido que explicar por qué actuó como un dictador. Su predecesor, Gayoom, gobernó el país durante 30 años de forma autocrática.

Delega en su vicepresidente

Mohamed Nasheed ya ha anunciado personalmente en la mañana de este martes su dimisión y la transferencia del cargo a su vicepresidente, Mohamed Waheed Hassan Manik.

Nasheed ha dicho que dimite "porque no soy una persona que ambicione el poder mediante el uso de la fuerza". En un comunicado televisado, el expresidente ha añadido que cree que "si el Gobierno quería permanecer en el poder hubiera debido recurrir al uso de la fuerza, lo cual habría perjudicado a muchos civiles".