El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) y las autoridades estadounidenses están investigando las dos bolsas con más de 16 kilogramos de cocaína que llegaron el 16 de enero a la sede de Naciones Unidas, según han informado fuentes policiales y del organismo internacional. El portavoz de la Policía, Paul Browne, ha dicho que ambas sacas tenían el logo de Naciones Unidas y que los agentes de seguridad del edificio las consideraron sospechosas, por lo que no permitieron su entrada al complejo.
Posteriormente, comprobaron que contenían catorce libros huecos en los que había 1,2 kilogramos de cocaína envuelta en plástico, con un valor total de 440.000 dólares (335.721 euros), ha apuntado Browne. "Estamos seguros (...) de que no fueron enviados desde una oficina de Naciones Unidas", ha dicho el vicesecretario general para Seguridad de la organización, Gregory Starr. "Estas bolsas fueron encontradas en las instalaciones de una empresa de transportes, sin marcas, sin registro aéreo y sin dirección", ha agregado. "Lo que pasa es que la compañía las vio y pensó 'Supongo que son para Naciones Unidas porque tienen su sello', por lo que procedió a su envío", ha argumentado Starr según recoge Europa Press.
Envío desde México
En este sentido, ha recalcado que no hay indicaciones de que el envío tuviera nada que ver con Naciones Unidas o con el personal de la organización, pero que los remitentes pensaron que las sacas no serían escaneadas. "En mi humilde opinión, esto es el trabajo de un grupo de narcotraficantes que estaba intentando enviar algo a Naciones Unidas. Creo que el plan les ha salido mal", ha puntualizado Starr.
La oficina de prensa de la ONU ha informado de que las bolsas fueron entregadas a la Policía y a la Agencia Antidroga estadounidense (DEA). Por su parte, Browne ha argüido que la cocaína aparentemente proviene de México. "Probablemente hay alguien con mucho que explicar en alguna organización de tráfico de droga al sur de la frontera", ha apostillado.