El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anuló una sesión de quimioterapia en Moscú a finales de noviembre por temor a que su ausencia le hiciera perder el control de la situación política venezolana.
Cuando se planteó la conveniencia de un viaje a la capital rusa, el presidente venezolano dio su provisional conformidad, planificándose el desplazamiento para la tercera semana de noviembre de 2011. Aunque el viaje se diseñó como "una visita oficial", Chávez quería acudir a Moscú para recibir un tratamiento alternativo al ya recibido en Brasil o en Cuba.
El político bolivariano ha optado, según informa ABC, por "un tratamiento hecho a medida para mantenerle vivo hasta las elecciones de 2012, más que orientado a prolongar su esperanza de vida".
Entre 9 y 12 meses de vida
A Hugo Chávez le quedarían entre nueve y doce meses de vida, lo que podría suponer su fallecimiento antes de las elecciones del 7 de octubre. El 30 de diciembre los médicos aseguraron que "su salud parece estar deteriorándose a paso más rápido; claramente ha habido metástasis en los huesos y la espina dorsal". El cáncer seguía extendiéndose, y ya había alcanzado al colon: se había hallado "un nuevo cultivo cancerígeno de aproximadamente 2x1,5 milímetros en el segmento superior del colon", se detalla.
El informe más reciente, con fecha 12 de enero, explica la profusa presencia de Chávez en medios de comunicación y apariciones públicas: el mandatario "recibió en el último mes un incremento de dosis de calmantes y estimulantes", lo que le permitiría estas apariciones.
Además, se detalla que la actitud del mandatario no estaría ayudando a su recuperación. Según asegura ABC, la "desobediencia" de Chávez estaría restándole tiempo de vida, dado que no acepta someterse a un tratamiento más agresivo que prolongaría su supervivencia, pero le imposibilitaría las apariciones públicas.