El comandante de la Capitanía de Livorno, Gregorio de Falco, le gritó al capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, "Vada a bordo, cazzo!", que se podría traducir por "¡Suba a bordo, coño!", cuando el primero se enteró de que el segundo había abandonado la embarcación.
Desde que tuvo lugar la conversación entre los dos, en Italia no dejan de sucederse las reacciones a dicho diálogo. En la comunicación, de Falco no da crédito a que Schettino haya abandonado el barco y le ordena que regrese. El culmen de la conversación llega cuando, tajante, el comandante de la Capitanía de Livorno grita a Schettino: "Vada a bordo, cazzo!".
El grito irritado y furioso de Gregorio de Falco ha emocionado a los italianos, que lo ven como la antítesis de Schettino: un hombre de honor que jamás abandonaría el barco.
La euforia es tal, que según informa Qué, un grupo de jóvenes ha diseñado unas camisetas con la frase ya mítica. El éxito ha sido tan rotundo que se les han agotado en pocas horas. "No contábamos con tanto éxito porque no lo hicimos para lucrarnos", comenta uno de los autores de la prenda.
Por su parte, el nuevo héroe ya ha declarado que no quiere saber nada más del asunto y se ha limitado a decir que "abandonar el barco es desertar, es traicionar el Código Marítimo". Además, asegura que notó "por la voz" desde un primer momento que Schettino mentía. Pese a decir que no quiere saber nada más de la prensa, esta noche estará en el popular programa televisivo de debates Porta a porta.