Nueva jornada de protestas en Bucarest como respuesta a las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno de Rumanía. La manifestación, en la que se pedía la dimisión del presidente, Traian Basescu, y del primer ministro, Amil Boc, comenzó de forma pacífica. La plaza de la universidad se llenó de gritos y pancartas de “ladrones” y “abajo el dictador”.
Según la prensa local, los altercados comenzaron con la llegada a la zona de miembros de los grupos ultras de los equipos de fútbol de Bucarest. Decenas de jóvenes lanzaron piedras, objetos del inmobiliario urbano, petardos, bengalas contra los gendarmes, que respondieron con gases lacrimógenos e intentaron dispersar a los manifestantes. La policía retuvo e identificó a unas treinta personas aunque no realizó ninguna detención.