El Gobierno italiano va a declarar el estado de emergencia por el hundimiento del crucero Costa Concordia tras detectarse las primeras fugas de líquido del barco, que está cargado con más de 2.300 toneladas de combustible. Así lo ha adelantado el ministro de Medio Ambiente, Corrado Clini, que ha matizado que aún no se sabe si el líquido que está saliendo del barco es fuel y que se han colocado barreras protectoras alrededor del barco.
"El seguimiento continúa y se están tomando decisiones para evitar los riesgos medioambientales", ha declarado Clini en una conferencia de prensa. Clini ya adelantaba a primera hora que existía una gran preocupación en el ejecutivo sobre las posibles consecuencias medioambientales del naufragio cerca de la isla de Giglio, que dejó al menos seis muertos y más de una quincena de desaparecidos.
"Todo dependerá de las corrientes, que pueden poner en peligro sin duda a la isla, tal vez el archipiélago en su conjunto, tal vez la costa", ha observado. "El diésel es denso y pesado, lo que podría hacer que se sedimente en los fondos marinos, lo que sería un desastre", ha alertado Clini. Poniéndose en lo peor, el ministro ha explicado que el carburante podría "dispersarse al mar, contaminando un costa excepcional".