Decenas de sirios se han concentrado de nuevo frente a la embajada de su país en Madrid para protestar contra la represión que el régimen del líder sirio, Bashar al Assad, está ejerciendo sobre los manifestantes, según han señalados ellos mismos.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el responsable de comunicación de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS), Muyahed Aquel, ha asegurado que lo que ellos reclaman es la dimisión y expulsión del embajador sirio en España, Hussam Eduin Aala, por representar a un "régimen genocida", que está cometiendo "crímenes contra su propio pueblo y contra la Humanidad", ha sentenciado.
Además, ha añadido que en el interior del país cualquier persona que se manifieste en contra del régimen "es amenazada, tiroteada y detenida", incluso "les detienen en los hospitales porque saben que han participado en una manifestación y que están en contra del régimen".
El mensaje que ha destacado Aquel es "el más profundo desprecio hacia unos representantes que deberían de proteger y no disparar contra el pueblo por mantenerse en el poder". Según los manifestantes, lo único que reciben ellos y sus familias son amenazas. Viven en una situación de miedo constante en la que el mensaje es que "no es tiempo para revolucionarse contra el régimen".
A principios de esta semana, los manifestantes llevaron a cabo otra concentración, pero esta vez frente al edificio de la Liga Árabe, donde reclamaban "que el asunto se lleve a la ONU o a algún órgano que sea operativo, porque la Liga Árabe ha demostrado su incapacidad al no emitir ni un comunicado de condena contra el régimen sirio", ha concluido.
La Liga Árabe pide ayuda a la ONU
El grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe decidió que su misión de observadores en ese país continúe sobre el terreno y solicitó apoyo político, financiero y logístico a sus países miembros, informa Efe.
Según un comunicado difundido al término de una reunión en El Cairo, los miembros de esta comisión ministerial acordaron "dar el tiempo suficiente" a la misión para que complete su trabajo e incrementar su presupuesto y el número de observadores.
El jefe de la misión, el general sudanés Mohamed al Dabi, deberá presentar un informe a finales del primer mes de trabajo al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y este remitirlo al grupo de contacto.
Asimismo, se decidió que Al Arabi se ponga en contacto con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aunque se mantuvo que "la solución a la crisis (en Siria) debe darse en el marco árabe", según subrayó el dirigente del organismo panárabe en una rueda de prensa tras la reunión.
Fuentes diplomáticas informaron con anterioridad de que durante el encuentro habían aflorado diferencias entre los miembros de la comisión ministerial, ya que algunos se mostraron partidarios de la participación de la ONU en la misión y otros rechazaron esta posibilidad.
La reunión fue convocada para analizar el primer informe de la misión, que ha constatado que la violencia continúa y que las fuerzas militares siguen desplegadas en las ciudades, en incumplimiento del plan árabe para acabar con la crisis.
Por ello, el grupo de contacto para Siria, encabezado por Catar, pidió al Gobierno sirio y a los distintos grupos armados que detengan de inmediato todo tipo de violencia y que no ataquen las protestas pacíficas.
También solicitó a la oposición siria que presente su visión política sobre la próxima etapa para comenzar su implicación en el proceso político.
Por último, condenó los ataques registrados en Damasco, escenario en las últimas dos semanas de un par de sangrientos atentados, y todo tipo de violencia dirigida contra los civiles.
La delegación de observadores de la Liga Árabe comenzó su misión en Siria el pasado 22 de diciembre y está integrada ahora por más de 150 personas.