Muere el tirano norcoreano Kim Jong-il

Un despacho del canal estatal norcoreano, KCTV, recogido por la agencia surcoreana Yonhap, confirma que el dictador, de 69 años, murió el pasado sábado 17 a las 08.30 hora local (00.30 en España) a causa de "fatiga física" durante un viaje en tren.

Hace ya varios años que el tirano comunista estaba delicado de salud, sobre todo desde que sufrió una apoplejía en agosto de 2008. Desde entonces había numerosos rumores sobre su estado de salud y de hecho llegó a presentar en sociedad a su hijo Kim Jong Un, como posible sucesor. Se cree que éste tiene 29 años y que fue nombrado general de cuatro estrellas y vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores en 2010.

Desde ese momento, las apariciones públicas del dictador fueron contadas y en ellas mostraba una figura cada vez más frágil y demacrada, aunque siempre con sus inseparables gafas de sol y el uniforme militar que se convirtieron en su seña de identidad.

Entre lágrimas y con traje de luto, la presentadora del canal norcoreano, señaló que "nuestro querido líder Kim Jong-il falleció el sábado 17 a las 8.30 de la mañana mientras viajaba para realizar sus funciones de liderazgo" y detalló que "falleció de un gran esfuerzo mental y físico" durante un viaje en tren. Sin embargo, la emisora surcoreana YTN atribuyó por su parte la muerte de Kim a un infarto de miocardio.

Según la agencia EFE, la agencia del régimen comunista, KCNA, ha informado de que el funeral tendrá lugar en Pyongyang el 28 de diciembre, aunque el país se mantendrá en luto hasta el día siguiente. Por su parte, KCTV ha apuntado que sus restos podrían ser enterrados en el Palacio Memorial de Kumsusan, donde también se encuentra el mausoleo de Kim Il-sung.

Poco después del anuncio norcoreano, en Seúl el Ejército de Corea del Sur declaró la alerta ante la muerte del líder del país vecino, mientras el Gobierno surcoreano estableció un plan de emergencia.

Kim Jong-il estaba al frente de la dinastía comunista hereditaria norcoreana desde hace 17 años, en los que gobernó con mano de hierro un régimen basado en el culto a la personalidad.