Apenas unos días después de anunciar el estado de emergencia en cuatro provincias del departamento de Cajamarca –por las protestas antimineras promovidas por algunos sectores de la izquierda radical–, y poco más de cuatro meses después de asumir la presidencia, Ollanta Humala sufre su primera crisis política con la dimisión de su primer ministro Salomón Lerner.
En su carta de renuncia, Lerner señala que "el Gobierno ha desarrollado acciones que han implicado el cumplimiento de una primera etapa" y que "el inicio de una nueva etapa de trabajo gubernamental requiere de ajustes en la conducción general del Gobierno, así como de la estrategia de la acción gubernamental y de la ejecución de una agenda que responda a los lineamientos programáticos del Gobierno". El ahora ex primer ministro dice además que "con el único propósito de que usted quede en total libertad para realizar los ajustes mencionados, presento a usted mi renuncia irrevocable al cargo del presidente del Consejo de Ministros".
La noticia llegó por sorpresa a todas las redacciones de los principales medios de comunicación peruanos y también en las redes sociales donde los rumores y conjeturas acerca de las razones reales de este alejamiento fueron los grandes protagonistas. En resumen fueron tres: el estado de emergencia en Cajamarca, una posible negociación con el líder terrorista "Artemio" –que hace unos días propuso un diálogo para lograr un acuerdo de paz–, y un indulto a Alberto Fujimori, que algunos creen casi imposible. Tres asuntos que han podido provocar problemas entre Humala y Lerner.
Como era de esperar, la oposición ha aprovechado para arremeter contra Humala al considerar esta situación como un "fracaso" del Gobierno y un triunfo del "sector militarista", tal y como señaló Juan Sheput, de Perú Posible, partido que dio apoyo en el Congreso al actual presidente. Ha apuntado al diario El Comercio que el ex primer ministro "carecía de voluntad para el diálogo", a tenor de los conflictos sociales de estas semanas.
Por su parte, Mauricio Mulder, del Partido Aprista Peruano (APRA), dijo al diario La República que "un cambio total a cuatro meses de haber asumido un Gobierno, es un fracaso y ya casi estaríamos hablando de la salida de un presidente del Consejo de Ministros cuando no ha terminado todavía el año en que lo han asumido".. Para él, la dimisión de Lerner es "desconcertante, apresurada y genera una sensación de desorden justo cuando el rumbo económico estaba bien encaminado".
El ministro del Interior, nuevo primer ministro
Humala no ha perdido tiempo y apenas unas horas después de confirmarse la renuncia de Lerner designó al actual ministro del Interior, Óscar Valdés Dancuart, como su sustituto al frente del gabinete.
El nuevo primer ministro, nacido en Lima en 1949, es un teniente coronel retirado del Ejército peruano, que durante su trayectoria militar ocupó cargos vinculados con la seguridad e incluso llegó a ser instructor de Ollanta Humala en la Escuela Militar de Chorrillos. En 1991 decidió pasar al retiro al mostrarse contrario a la política de ascensos durante el gobierno de Alberto Fujimori, sin duda dirigido por su asesor Vladimiro Montesinos.
Tras esta designación, muchos han criticado la cara militarista que ha tomado el gobierno, entre ellos el expresidente Alejandro Toledo, quien al verse en la imposibilidad de tener más poder en el Ejecutivo (tenía un ministerio –el de Defensa– y según algunas fuentes quería hasta tres más), ha anunciado que su partido Perú Posible "ha decidido tomar distancia del gobierno; pero no de la gobernabilidad democrática". Este sábado incluso se mostró "preocupado" por la "militarización" del Gobierno.
Sin embargo, lo cierto es que en estos últimos 20 años en los que ha estado alejado de la vida militar, Valdés se ha convertido en un exitoso empresario en la sureña ciudad de Tacna, donde llegó a ser presidente de la Federación de Cámaras de Comercio del Sur y encabezó otros importantes grupos de empresarios.
Poco después de confirmarse su designación, Valdés aseguró que continuará la senda moderada de políticas económicas esgrimidas por Humala y que sus programas permanecerán intactos sobre todo porque Luis Miguel Castilla sigue al frente de la cartera de Economía. Su declaración fue contundente: "No hay crisis en el Gobierno, sólo se están realizando algunos ajustes".
En el juramento de los nuevos ministros, Salomón Lerner estuvo presente, lo que para algunos analistas dio cierto aire de tranquilidad a este primer cambio de Gobierno. Además, se ratificó en sus cargos a los ministros de Economía, Luis Miguel Castilla; de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo, y de Desarrollo e Inclusión Social, Carolina Trivelli, entre otros.