Aquí lo que toca es rogar al Creador del Universo, el que todo lo ve, de noche , de día, debajo de las nubes, el que nos da cosechas abundantes o drámaticas sequías , hay que confíar en Él un poquito mas, y si no; pedirselo a San Emigdio para que interceda por nosotros en preservarnos de los movimientos telúricos.
En todos estos casos no cabe otra posibilidad, puesto que salir corriendo a veces ni siquiera nos ayuda.
La historia habla de romerías donde se le ha reclamado al Señor agua y la ha concedido, paz o salud y la ha habido...es el Señor de los Prodigios, el Todopoderoso el único que nos puede atender en esto y en otras situaciones, alimentemos con Él esa confianza.