Los líderes de los países que forman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y que propusieron en Caracas una mayor integración para sortear la crisis, coincidieron en que el narcotráfico es problema de todos y algunos vertieron críticas a los medios de comunicación.
En una jornada marcada por la presencia omnipresente del anfitrión, el venezolano Hugo Chávez, visiblemente más recuperado, las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández, coincidieron en señalar en que sólo una región integrada puede avanzar.
Chávez,dijo antes de comenzar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que "a medida que pasen los años, va a dejar atrás a la vieja y desgastada OEA", en alusión la Organización de Estados Americanos, organismo creado en 1948 a iniciativa de Estados Unidos.
Chávez hizo estas declaraciones a los periodistas en la víspera de la cumbre que reunirá en Caracas a jefes de Gobierno y Estado de 33 países de América Latina y el Caribe y que culminará el sábado con el nacimiento de la CELAC, un foro integrador que excluye precisamente a EE.UU. y también a Canadá.
Si bien Chávez dijo que "sería aventurado ponerse a delinear con detalle lo que va a significar la CELAC", manifestó sin tapujos que "la OEA es lo viejo, es un espacio que fue manipulado, dominado por Estados Unidos". La OEA "es un organismo mellado por lo viejo, por el desgaste de los años, muy lejos del espíritu de nuestros pueblos, de la independencia, de la integración de América Latina", apuntó.
Según Chávez, la CELAC nacerá el sábado como "un arma para la integración económica, política y sobre todo social" de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y por ello apuntó a que, "a medida que pasen los años, va a dejar atrás a la vieja y desgastada OEA".
Posteriormente, en un discurso que glosó con citas de varios libros que se llevó hasta el púlpito, Chávez hizo un recuerdo del fallecido expresidente argentino Néstor Kirchner, y rindió homenaje al líder cubano, Fidel Castro, y al exmandatario brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva en el momento del "parto", como denominó, el nacimiento de la CELAC.
"Vacilar sería perdernos. Avancemos sin vacilación que este es el camino, la unidad, la unidad, la unidad", dijo Chávez en su discurso de instalación de la III Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC), reunión fundacional de la CELAC. "¿Hasta cuándo, hasta cuándo vamos a ser nosotros la periferia atrasada, explotada y mancillada? Ya basta, estamos poniendo aquí la piedra fundamental de la unidad, la independencia y el desarrollo suramericano", señaló el mandatario.
El jefe de Estado venezolano, de 57 años, indicó que "es un parto lo que está ocurriendo aquí hoy". El presidente anfitrión también pidió dejar de lado la OIEA y sacudirse de la influencia externa de EEUU y Europa. Es necesario, dijo, "hacer un esfuerzo mayor para incrementar la conciencia" y que los países de la región se den cuenta "de que este camino es el único camino, con sus variantes, con sus diversidades".
Chávez dijo que "ojalá los Gobiernos del norte vean un poco (...) lo que está sucediendo en América Latina y el Caribe", al insistir una vez más en los "Gobiernos que han caído en Europa" como consecuencia de la crisis económica, que ha dejado, según indicó, "millones de pobres". Además, criticó la "represión" en Estados Unidos de quienes protestan en las calles por la crisis.
Para Rousseff, de esta manera las economías mantendrán su crecimiento y se blindarán: "tenemos que perseguir la integración, nuestro nuevo paradigma así lo exige", indicó, al reclamar un "nuevo paradigma" con "inclusión social".
Para Fernández, ese proceso debe comenzar por aumentar el comercio entre los miembros porque si bien la CELAC nace como el primer foro de integración que reúne por primera vez a todas las naciones de América Latina y el Caribe, surge "en el marco de una crisis gravísima".
"Nuestros países tienen solo un comercio intrazona, entre nosotros, del 16 % de sus expo (exportaciones) e impo (importaciones), en cambio tienen el 84 % de expo e impo fuera de nuestros países", indicó, al exponer que esa oportunidad coloca a la región en posición de convertirse "en protagonistas del siglo XXI".
Según la presidenta argentina, son "casi 600 millones de usuarios y consumidores, un mercado muy apetecible".
El presidente de Cuba, Raúl Castro, comprometió a su país a trabajar "con dedicación, altruismo y compromiso" por la CELAC: "a nuestro país, férreamente bloqueado, no le sobra ningún recurso, más bien le falta de todo", advirtió.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, consideró, a su turno, que "esta crisis es uno de los mayores desafíos" y de ahí surge "la oportunidad histórica", mientras que el dominicano, Leonel Fernández, advirtió sobre el "panorama sombrío" que se vislumbra para 2012 en la economía mundial. Agregó que no podría haber un momento "más oportuno" para el surgimiento de CELAC.
Santos contesta a Chávez
Otro problema conjunto que plantearon fue el narcotráfico y el colombiano Juan Manuel Santos fue el que puso más énfasis, al insistir en que la CELAC debería impulsar ese debate y llevarlo a las Naciones Unidas.
"Bien valdría la pena analizar, simplemente sentarnos a discutir si lo que estamos haciendo es lo correcto, si lo que estamos haciendo nos va a llevar al objetivo final, si vamos a poder vencer este flagelo o hay otros mecanismos", indicó, al reconocer que si bien ha habido avances en Colombia, la nación más afectada durante décadas, el problema no está resuelto y se ha trasladado a otros países.
Precisamente Santos tuvo que replicar al venezolano Hugo Chávez, y asegurar que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) no está en contra de nadie, sino a favor de todos los países de la región, puesto que significa "un paso en la dirección correcta".
De esta forma, responde a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, quien afirmó que la Organización de los Estados Americanos (OEA) sucumbirá ante el auge de la CELAC y aplaudió la ausencia de Estados Unidos en esta institución.
"Esta integración no puede estar en contra de nadie. Esta integración es a favor nuestro. Esto no es contra la OEA, no es contra la Cumbre Iberoamericana. No. Es una integración a favor de América Latina y Caribe. Y si jugamos con esa actitud proactiva, positiva, vamos a llegar mucho más lejos", ha subrayado Santos.
En ese sentido, la argentina Fernández invitó a abordar el problema "de forma comunada, de forma más seria frente a los países consumidores y desarrollados (...) porque América Latina se queda con los muertos, las armas y la droga; y con el dinero se quedan otros".
Así, mencionó un tema clave, el lavado del dinero: "los líderes de la droga son latinoamericanos y no encontramos nunca donde lavan esas ingentes cantidades de dinero".
Durante la primera jornada de esta cumbre varios presidentes se quejaron, además, por el supuesto abuso de los medios de comunicación.
El más contundente fue el ecuatoriano Rafael Correa, quien planteó el caso del periódico El Universal -condenado por una demanda que él mismo presentó y que ha llegado a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos-.
También exhibió un vídeo con su versión de los hechos, que, de acuerdo a sus palabras, ese caso se tradujo en una "sistemática campaña" para "destruir" su reputación y "desestabilizar" a su Gobierno.
Correa prometió que sería "capaz de entregar la vida" por la libertad de expresión, pero sin confundir ese derecho con el "abuso descarado" de los medios.
El venezolano Chávez alabó a continuación la "valentía" de Correa por decir "grandes verdades" y aseguró que él ha vivido una situación parecida en su país.
Se sumó a esos planteamientos el hondureño Porfirio Lobo, quien llegó a bromear con Chávez sobre su antecesor derrocado, Manuel Zelaya, dejando atrás las discrepancias del pasado.
"Escuchaba al presidente Correa y debo decirle que como que nos pasa la misma historia en cierta forma (...) a veces los que poseen los medios tienen inversiones en diferentes rubros y donde quiera que uno como Gobierno toque genera una enorme reacción", manifestó.
La Cumbre de Caracas, que concluirá este sábado con el nacimiento de la CELAC, transcurrió en un ambiente de consenso y bajo el convencimiento unánime de que ha nacido una "nueva América", según reconoció el presidente de México, Felipe Calderón.