Los dueños del barco tampoco parecen trigo limpio. Hacen con sus hijos un tour por sitios donde hay etarras viviendo... y su barco acaba en manos de unos etarras en Cuba, ¡como si fuera tan fácil entrar con un velero allí!
Para qué querrá un gorila rojo un velero? Un plátano es lo que tendría que nacionalizar.
vaya culebrón... etarras, Cuba y Venezuela! Pero si Cuba los acoge con amor!!!! ¿Cómo es eso de que huían del paraíso que tanto hace por los etarras? El papelón de los dóberman venezolanos al servicio de los Castro es vergonzoso. Y los dueños del velero? lo dicho, propio de una telenovela venezolana.