Localizado entre Tijuana y San Diego, según la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, este narcotúnel es seguramente el más sofisticado que jamás se haya construido. Situado en la frontera entre estos dos países, el hallazgo ha permitido decomisar más de 32 toneladas de marihuana.
Es la construcción más avanzada hasta la fecha para estos fines, con detalles como iluminación propia, ventilación, un sistema de pistas y carros para el transporte de la droga.
En la parte mexicana la entrada al túnel estaba controlada por una puerta hidráulica de acero y un ascensor. En la otra punta, un almacén abandonado en la ciudad californiana de San Diego.