El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, presentó hoy su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano, tras reunirse con él durante hora y media en el palacio romano del Quirinal. Berlusconi, de 75 años, se comprometió el pasado día 8 ante el jefe del Estado a dimitir una vez que el Parlamento aprobara la Ley de presupuestos para 2012, que incluye las reformas económicas exigidas a Italia por la UE, lo que se produjo hoy.
Berlusconi anunció a su Gabinete, durante un Consejo de Ministros, que esta misma tarde presentaría su dimisión a Napolitano, según un comunicado de la presidencia del Gobierno. Berlusconi se reunió por última vez con los miembros de su Gabinete en un Consejo de Ministros de 35 minutos de duración- El primer ministro dio las gracias a sus "colegas del Gobierno" por el intenso trabajo desempeñado y se dirigió especialmente al subsecretario de la presidencia, Gianni Letta.
El Consejo de Ministros fue celebrado tras la aprobación definitiva, en la Cámara de los Diputados, de la Ley de Presupuestos para 2012 que incluye las reformas económicas exigidas a Italia por la UE con el fin de calmar a los mercados. Según los medios de comunicación italianos, durante la reunión del Consejo de Ministros los líderes del partido gubernamental, el Pueblo de la Libertad, pidieron a Berlusconi que no dimitiese, a lo que "Il Cavaliere" respondió: "Debo hacerlo".
Cuando salía de su casa, el romano palacio Grazioli, para dirigirse a la residencia del presidente de la República, decenas de personas le increparon duramente, mientras que cientos de personas le esperaban en la plaza del palacio del Quirinal a los gritos de "Quien no salte, Berlusconi es", "Dimisión, dimisión", "Bufón" y "Vete, vete". Una orquestina tocó el "Aleluya", para festejar -dijeron- la caída de Berlusconi, "una liberación para el país".
Berlusconi tuvo que hacer un recorrido alternativo para llegar al Quirinal debido a la cantidad de personas congregadas en la plaza del palacio presidencial y las calles adyacentes por donde tenía previsto pasar. A su entrada en el palacio, los gritos contra el político conservador arreciaron.
Fuentes de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), dijeron que Berlusconi se siente "muy amargado" por estos actos de los ciudadanos contra él, que comenzaron en la plaza Colonna, delante de la presidencia del Gobierno, donde le llamaron, entre otras cosas, "ladrón".
Con la dimisión, se abre oficialmente una crisis del Gobierno y el presidente de la República, Giorgio Napolitano, de 86 años, decidirá ahora los pasos a seguir. Según establece la normativa, Napolitano se "reserva la decisión" (es decir, si acepta o no la dimisión) y mañana, según fuentes de la presidencia, comenzará las consultas con los partidos políticos para la formación de un nuevo Ejecutivo.
La normativa establece que el jefe del Estado se reúna con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Renato Schifani y Gianfranco Fini, respectivamente, después con los portavoces de los grupos parlamentarios y concluya con los presidentes eméritos de la República.
No se descarta que ya mañana mismo encargue la formación de nuevo Gobierno, con el objetivo de que el lunes, cuando los mercados financieros abran, Italia tenga nuevo Ejecutivo que ponga en marcha las medidas económicas exigidas por la UE.
La opción que en estos momentos suena con más fuerza es la formación de un gabinete técnico, presidido por el prestigioso economista y excomisario europeo Mario Monti, de 68 años, que cuenta con un importante apoyo entre las fuerzas parlamentarias y que el pasado día 9 fue nombrado senador vitalicio por Napolitano. Monti también cuenta con las simpatías de la patronal italiana.
Mario Monti podría presentar ya mañana domingo su nuevo Gobierno y en los próximos días acudir al Parlamento para pedir su voto de confianza. El centro izquierda está en la línea de apoyarlo, mientras que la Liga Norte, aliada de Berlusconi, ya ha anunciado que votará en contra.