La ministra de Defensa española Carme Chacón ya se encuentra en la ciudad afgana de Herat, al oeste del país, para recabar de primera mano información sobre el ataque contra las tropas españolas y coordinar la repatriación del sargento primero Joaquín Moya Espejo fallecido este domingo en un asalto. Chacón llegó a Herat pasadas las 08.30 hora local (04.00 GMT) acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez.
El acto en la base de Herat incluyó un responso del capellán de la misión y la imposición de la Medalla de la OTAN y del mando regional oeste de la misión ISAF sobre el féretro del militar.
Minutos antes, al dirigirse al contingente español, la ministra española de Defensa recordó a Joaquín Moya y dijo que quienes le asesinaron "no quieren que haya ejército afgano, no quieren que haya Estado afgano, y desde luego no quieren que haya libertad ni seguridad en esta tierra".
Tras indicar que la misión en Afganistán está "en su última etapa" y "en la cuenta atrás", la ministra advirtió que "queda menos tiempo pero no menos peligro", por lo que animó a los soldados a seguir con el mismo "valor, profesionalidad y entrega" que hasta ahora y hasta el final de la misión.
Chacón confirmó que el control de la seguridad de dos distritos de la provincia de Badghis, zona de responsabilidad española, se transferirá a las autoridades afganas a finales de este año o principios del próximo.
"Ello será posible gracias al excelente trabajo en la reconstrucción del país y en la formación de las fuerzas de seguridad afganas", recalcó.
Según la ministra, los insurgentes consideran enemigos a los militares españoles y "es verdad" porque "queremos frenar su proyecto criminal, evitar que instauren el terror en el país e impedir que vuelvan a lanzar desde aquí sus ataques fanáticos contra el resto del mundo". Concluyó su intervención transmitiendo a las tropas el apoyo, admiración y gratitud del Rey y del presidente del Gobierno, así como de los ciudadanos españoles.
Está previsto que el avión con los restos mortales del sargento Moya llegue sobre las 17.00 horas a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
El sargento murió de un disparo en el tórax
Joaquín Moya Espejo que estaba destinado en Vitoria murió ayer al recibir un disparo durante un ataque talibán en las proximidades de la localidad de Ludina en la provincia de Badghgis contra tropas afganas a las que acompañaban un equipo de instructores españoles, según informó el Ministerio de Defensa.
El sargento cordobés de 35 años formaba parte de un Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT) que instruye al Ejército Nacional Afgano (ANA) en las tareas de despliegue de los militares afganos en la provincia de Badghis.
Según informó Pablo Montesinos, la ministra de Defensa ha explicado que el ataque se produjo "a las cuatro de la tarde" hora afgana y fue "un disparo desde la lejanía pero limpio". Alcanzó al militar "justo donde no le cubría el chaleco". Según Chacón, el sargento estaba "perfectamente pertrechado, equipado" con el "equipo reglamentario".