La excongresista liberal Consuelo González Perdomo, quien pasó casi ocho años secuestrada y fue liberada en enero de 2008 junto a la excandidata a la Vicepresidencia, Clara Rojas, señaló a Caracol Radio –emisora citada por la agencia EFE–, que "es el final de una historia muy grande en la vida de la guerrilla, y parece que ese final esta acompañando a los dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)". Además, apuntó que "Ojalá que quienes continúan allá revisen su posición frente a las salidas negociadas a este conflicto colombiano y también recapaciten sobre la suerte de las personas que continúan secuestradas".
En términos similares se expresó a la misma emisora Sigifredo López, el único superviviente de un grupo de doce diputados del departamento del Valle del Cauca que fueron secuestrados en 2002. Según López, la muerte de "Alfonso Cano" "no es el fin de las FARC, pero sí empieza su etapa terminal" Consideró además que ahora "entrarán en un periodo de unos seis meses para intentar fortalecerse antes de negociar su rendición".
Por su parte, en declaraciones publicadas en el diario El Tiempo, el ex presidente Ernesto Samper, dijo que "es una muy buena respuesta para quienes dudaban que el presidente Santos no continuaba con la política de seguridad de democrática del ex presidente Uribe". Además, agregó que "aunque parezca paradójico, nos acerca a una salida política del conflicto armado, pero el gran interrogante es quién será el sucesor de Cano, si alguien de su línea política o de la línea militar que tenía Jojoy. De eso depende mucho cuáles serán los resultados". Para Samper, esto "fortalece al presidente Santos porque lo legitima en el tema militar sin que haya dejado de avanzar en los temas sociales y de derechos humanos, que era en lo que fallaba el gobierno del ex presidente Uribe".
Al mismo diario, otro expresidente como Andrés Pastrana dijo que "es uno de los golpes más duros que se le ha dado a las Frac, porque se dio de baja a su máximo jefe. Es la continuación de una política que comenzó con el Plan Colombia, con el fortalecimiento de las Fuerzas Militares, que continúo en el gobierno del ex presidente Uribe y que mantiene el presidente Santos". El político conservador también coincidió en que era un gran golpe de efecto de Santos: "Para los que eran pesimistas de la política de seguridad del presidente Santos, y que decían que las Fuerzas Militares estaban desmoralizadas, el Ejército les dio una respuesta clara y contundente de que estaban trabajando en dar de baja a todos estos jefes de las FARC".