El balance de víctimas por los enfrentamientos entre cristianos coptos y fuerzas de seguridad que se han producido en la tarde del domingo en El Cairo ha ascendido a 24 muertos y 213 heridos, según ha informado este lunes el Ministerio de Sanidad de Egipto.
Los disturbios se han producido en el marco de una manifestación convocada por los cristianos coptos para denunciar los últimos ataques que ha sufrido su comunidad. En concreto, protestaban por la demolición parcial de una iglesia en la provincia de Asuán, ubicada en el sur del país.
Según algunos testigos, la manifestación ha sido atacada en al menos dos ocasiones durante su recorrido por las calles de El Cairo. Los enfrentamientos se han producido a la llegada de los 10.000 coptos que integraban la marcha a la sede de la televisión estatal.
"Estábamos marchando de forma pacífica y cuando llegamos a la sede de la televisión el Ejército comenzó a disparar con munición real", ha indicado Talaat Youssef, uno de los manifestantes.
Las imágenes de los enfrentamientos muestran a los vehículos militares dirigirse a gran velocidad hacia los manifestantes. En algunos vídeos aparecen personas con el rostro y el cuerpo destrozados, que supuestamente habrían sido atropelladas.
"Lo que ha pasado hoy no tiene precedentes. Al menos 17 personas que han muerto han sido atropelladas por los vehículos militares", ha denunciado el activista de Derechos Humanos Hossam Bahgat, quien se encuentra en uno de los hospitales a los que han sido trasladadas las víctimas.
Por su parte, los manifestantes han lanzado piedras y cócteles molotov a los uniformados, con lo que han prendido fuego a varios vehículos. Cientos de ellos se han dirigido con palos hacia la plaza Tahrir para continuar con la protesta.
En este contexto, cristianos coptos se han manifestado también en Alejandría y en otras provincias del país, en apoyo de los compañeros que han sido atacados en El Cairo, según informan los medios de comunicación egipcios.
Si bien, el jefe de la Policía Militar, el general Hamdeen Badeen, ha asegurado que la situación está controlada, al tiempo que ha restado importancia a estos disturbios. "Esto no afecta a la moral de las Fuerzas Armadas. Es una situación muy normal. Nosotros somos un pueblo, una nación", ha aseverado en la televisión estatal.
Los enfrentamientos del domingo han sido unos de los más violentos desde la caída del régimen presidido por Hosni Mubarak, el pasado mes de febrero. De hecho, los manifestantes denuncian que la violencia empleada ha sido similar a la de la anterior administración.