La reina Sofía partió hacia Miami tras una visita de un día y medio a Haití, donde brindó su apoyo a varios proyectos de la cooperación española en el país caribeño y recibió numerosas muestras de afecto de los haitianos. España es su tercer donante y donde trabajan más de 30 ONG nacionales, ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Doña Sofía visitó proyectos en Puerto Príncipe y se desplazó en helicóptero a Gressier y a Léogane, ciudades situadas en el epicentro del devastador terremoto que en enero del 2010 causó la muerte de 300.000 personas.
Pudo comprobar el esfuerzo desarrollado por los cooperantes españoles en proyectos educativos, sociales, de vivienda y de saneamiento y encontrarse con muchos de los afectados por la catástrofe, quienes le brindaron emotivos recibimientos en los lugares que visitó.
La jornada se había iniciado horas antes con la inauguración, por parte del presidente de Haití, Michel Martelly, de los trabajos para la construcción de una planta de tratamiento de aguas negras que permitirá depurar, junto a otra ya construida, los residuos fecales de los campamentos de desplazados por el terremoto de 2010.
Cerca de 600.000 personas viven bajo lonas y precarias tiendas de campaña distribuidas por Puerto Príncipe desde que, en enero del pasado año, un devastador terremoto azotó la capital haitiana y otras ciudades próximas, donde causó 300.000 muertos.
El proyecto, financiado por España y con un coste de 1,9 millones de dólares, servirá para tratar también aguas negras de los hospitales habilitados para dar asistencia a los afectados por la epidemia de cólera que sufre Haití, que ha matado a cerca de 600.000 personas.
Doña Sofía emprendió su viaje hacia las 17:45 horas (22:45 GMT) y fue despedida en el aeropuerto por la Primera Dama, Sophie Martelly, quien le obsequió con tres discos compactos, dos de ellos de su esposo, el presidente y ex cantante Michel Martelly, y uno más con una sola canción, interpretada por ambos junto a sus tres hijos.
La Reina puso fin de este modo a un viaje en el que comprobó de cerca el esfuerzo desplegado por los cooperantes españoles en la empobrecida nación, pero también se llevó el cariñoso recuerdo de los haitianos, que la agasajaron con bailes, cantos y hasta le ofrecieron una taza de café, vacía, en un simbólico gesto de bienvenida en una de las visitas.
Las canciones estuvieron presentes durante toda esta segunda y última jornada de visita a Haití, desde su llegada al centro que regentan las religiosas Hijas de la Caridad, en el populoso y degradado barrio de Cité Soleil, en Puerto Príncipe, donde varios cientos de niños la recibieron con una canción de bienvenida.
Unos 1.300 pequeños reciben alimentación a diario en este centro gracias a la labor de las hijas de la caridad, 36 religiosas entre las que hay haitianas, ecuatorianas, italianas, colombianas, venezolanas, españolas, mexicanas y brasileñas.
Las religiosas cuidan a los niños y se ocupan de la delicada labor de ayudar a las madres a sentir cariño por los críos, ya que la mayoría de ellas rechazan a los pequeños, fruto de abusos o de relaciones inestables.
"Les hacemos untar crema en la piel a los bebés para que les acaricien y así, poco a poco, vayan experimentando el amor hacia sus hijos", explicó a periodistas la religiosa española Pilar Pascual.
Para finalizar, más canciones, en créole (idioma oficial): "Buenos días Reina, usted está en nuestro corazón", corearon los pequeños.
Y la música estuvo presente también en Gressier, epicentro del desolador terremoto que en 2010 causó 300.000 víctimas mortales, donde los estudiantes del proyecto educativo dirigido por los Salesianos, la Fundación Rinaldi y la organización Jóvenes y Desarrollo recibieron a Doña Sofía con otra canción.
"Estamos contentos de que haya venido a visitarnos...todas las plantas están contentas y cantan y bailan, todos los pájaros están contentos, vuelan y cantan", decía una de las estrofas interpretadas por los alumnos de este centro, reconstruido en un 85 por ciento con aportaciones particulares de españoles.
La Reina pudo escuchar también otras canciones y presenció también varios bailes ofrecidos en su honor y antes de partir de Gressier fue interpretado para ella el tema "Un millón de amigos", de Roberto Carlos.
Doña sofía completó su agenda en la base de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), donde fue recibida por su jefe civil, Mariano Fernández, y presidió una ofrenda floral a los caídos de este contingente multinacional.
Desde allí se desplazó al aeropuerto para partir hacia Miami, donde ofrecerá una recepción a la colectividad española en la Torre de la Libertad e inaugurará el Centro Cultural de España, para regresar después a España.