Los comicios que cambiaron de signo político la cámara alta tenían por objeto renovar 170 escaños de los 321 que constituyen el Senado galo mediante el sufragio indirecto de 71.890 diputados, consejeros generales y regionales, y delegados municipales en 44 circunscripciones y para un período de seis años.
"Según las últimas informaciones, la izquierda ha logrado 24, 25 o 26 escaños más, con lo que hay al menos 175 senadores de izquierda", proclamó el portavoz del Partido Socialista en la Cámara Alta, Jean-Pierre Bel, informa Efe. "Es histórico", declaró el posible candidato presidencial socialista François Hollande.
Con 175 senadores, la izquierda logra la mayoría absoluta en la cámara (348 escaños), pero no podrá frenar las iniciativas legislativas del presidente Sarkozy y su partido, la UMP, que cuenta con mayoría en la Asamblea Nacional.
Los resultados fueron recibidos con gran alegría en la sede del PS en París, mientras la portavoz del Elíseo Valerie Pecresse restaba importancia a los mismos. "En modo alguno puede bloquear al Gobierno porque, como saben, es la Asamblea Nacional la que tiene la última palabra", explicó.
Antes de conocerse los resultados oficiales, el aspirante socialista favorito para las próximas presidenciales François Hollande se apresuró a decir que el resultado sería "un fracaso serio, por no decir grave, para Sarkozy". Y subrayó: "Por primera vez desde la V República, la izquierda sería mayoritaria en esa cámara alta, es un acontecimiento histórico".
Por su parte, el primer ministro, el conservador François Fillon, declaró en un comunicado que "la oposición registró un fuerte impulso" en el Senado, que atribuyó a "las divisiones en numerosos departamentos" en su propio partido.
Esta progresión de la izquierda "era previsible, a tenor de las últimas elecciones locales", en las que la izquierda logró una severa victoria sobre la gubernamental y conservadora UMP, añadió Fillon. "Debemos unir nuestras fuerzas y afirmar nuestras convicciones ante los franceses", agregó el jefe de Gobierno, quien aseguró que "el momento de la verdad tendrá lugar la próxima primavera (presidenciales)". En la misma línea se expresó el secretario general de la UMP, Jean-François Copé, quien aseguró que "la derrota" de su formación es "una decepción" pero no "una sorpresa".
Por su parte, el presidente saliente del Senado, Gérard Larcher (UMP), anunció que se presentará a su propia reelección a pesar de los resultados. La crisis económica sigue pasando factura a Sarkozy, ya que desde 2007 su partido ha perdido en todas las citas con las urnas. El PSF sentenció que el resultado es el aviso del cambio que viene y añadió que "la batalla de 2012 acaba de comenzar".