La decisión del presidente palestino de echar un pulso a la ONU en general, y a Estados Unidos en particular, continúa creando polémica. El Wall Street Journal le dedica una de sus columnas de opinión en la edición de este lunes, donde se embarca en dar explicación a las verdaderas intenciones de Mazen.
Aunque se muestra bastante crítico con el presidente por desplegar esa estrategia casi suicida –tiene asegurado el veto estadounidense- el rotativo incia su argumentación con una sentencia que llama poderosamente la atención. "¿Tienen los palestinos derecho a un estado?", se pregunta el diario. "Antes de que los lectores estallen con divagaciones de si puede o no ser su titular, debemos recordar que los kurdos -uno de los grupos étnicos más antiguos del mundo- no tienen un estado. Tampoco los Tamiles de Sri Lanka, los Uigures y los Tibetanos de China, los vascos en España, los chechenos de Rusia o los falmencos de Bélgica", asegura. El diario engloba todas estas poblaciones como "susceptibles de demandar su condición de Estado".
A pesar de que le reconoce las reivindicaciones, el WSJ discrepa abiertamente con la "estrategia" llevada a cabo por el líder palestino, treta que juzga altamente contraproducente. Por ello, el resto del artículo pretende dar un tirón de orejas a los palestinos por desplegar una estrategia más interesada "en destruir a Israel" que en construir un Estado sólido con una democracia real. Tanto se cuestiona la diferencia, que finaliza con la siguiente afirmación: "Quizás sea hora de reconsiderar la conveniencia de un Estado palestino cuando los palestinos están más interesados en derribar a su vecino que en construir una política decente por sí mismos", sentencia.