El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su predecesor en el cargo, George W. Bush, han comparecido juntos por primera vez en el memorial de la Zona Cero para iniciar el homenaje a las víctimas del 11-S en el décimo aniversario de la tragedia.
Acompañados de sus respectivas esposas, Michelle Obama y Laura Bush, han rendido unos minutos de silencio ante el monumento de agua en torno al cual están grabados los nombres de las casi 3.000 víctimas mortales del ataque contra las torres gemelas del World Trade Center.
A continuación, Obama ha conversado durante unos minutos con las familias de las víctimas y con el actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, su predecesor y alcalde en el momento de los atentados, Rudolph Giuliani, así como con los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo, y de Nueva Jersey, Chris Christie.
El coro juvenil de Brooklyn ha dado comienzo con su interpretación del himno estadounidense a la ceremonia del décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, informa Europa Press.
Tras una breve presentación del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y al tañido de una campana, se ha guardado el primer minuto de silencio a las 8.46 (14.46 en España), el momento en el que el vuelo 11 de American Airlines con 92 personas a bordo –incluidos los cinco secuestradores– se estrelló contra la torre norte del World Trade Center.
A continuación, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha tomado la palabra para leer el salmo 46 de la Biblia: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar".
El nombramiento de las víctimas ha sido interrumpido brevemente por el segundo minuto de silencio para recordar a los 51 civiles y nueve tripulantes -sin contar a otros cinco secuestradores- del vuelo 175 de United Airlines, que se estrelló contra la torre sur a las 09.01 de la mañana (15.01) en España.
A continuación, el expresidente George W. Bush ha tomado la palabra con la lectura de la conocida carta dirigida en 1864 por el presidente Abraham Lincoln a Lydia Bixby, quien perdió a cinco hijos durante la Guerra Civil estadounidense.
"Pido que nuestro Padre Celestial alivie la angustia de su dolor, y que solo conserve el apreciado recuerdo de sus amados y perdidos, y el solemne orgullo que supone haber realizado un sacrificio tan costoso ante el altar de la libertad", reza parte de la misiva.
Biden en el Pentágono
Por otro lado, centenares de personas, encabezadas por el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, y el secretario de Defensa, Leon Panetta, participaron en un minuto de silencio en el Pentágono en homenaje de los allí fallecidos en el 11-S.
Un total de 184 personas murieron cuando el vuelo AA77, el tercero secuestrado por los terroristas de Al Qaeda, se estrelló contra uno de los sectores del edificio del Departamento de Defensa, a las 9.37 hora local (13.37 GMT).
La Banda de Música de la Armada interpretó el himno "Amazing Grace" después de que se hiciera un silencio absoluto en recuerdo de los fallecidos. En una breve intervención, Panetta aseguró que diez años después de aquellos atentados "somos un país más seguro y más fuerte" y rindió homenaje a la contribución militar a los esfuerzos por evitar una repetición de los ataques.
A continuación, Biden dedicó su discurso a recordar las experiencias de quienes se encontraban allí en aquel momento, como el militar que tras salir a duras penas de los escombros recordó que un bedel discapacitado había quedado atrás y regresó para rescatarlo, con riesgo de su vida.
Aquel 11 de septiembre, insistió Biden, la red Al Qaeda y su líder, Osama ben Laden, no imaginaron "el gigante dormido al que iban a despertar". Cada vez que Estados Unidos resulta atacado, agregó el vicepresidente, "sólo sirve para alentarnos a ponernos en pie y devolver el golpe".
La ceremonia transcurrió en medio de fuertes medidas de seguridad, extremadas aún más después de que esta semana se recibiera una amenaza "creíble y específica" pero no corroborada sobre un posible ataque en torno a las conmemoraciones.
El vuelo 93 de Pensilvania
El presidente de EEUU, Barack Obama, rindió homenaje con una corona de flores a las víctimas del vuelo 93 que se estrelló en Shanksville (Pensilvania) en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Obama y su esposa, Michelle, ambos de negro, recorrieron brevemente el monumento -aún por finalizar- erigido en el descampado donde se precipitó el avión, antes de depositar frente a él una corona de rosas blancas. Ambos guardaron silencio durante unos segundos frente al monumento, antes de abandonar el espacio entre los aplausos del público y gritos de "USA, USA".
Ni el presidente ni su esposa efectuaron ninguna declaración pública en el breve acto, tras el cual procedieron a conversar con algunos de los familiares presentes en esa conmemoración.
Obama y su esposa llegaban de Nueva York, donde participaron en la ceremonia de conmemoración del décimo aniversario.
Cuarenta personas viajaban en el vuelo UA93, el único de los cuatro secuestrados que no llegó al destino que planeaban los terroristas, supuestamente el Capitolio, en Washington.
Los pasajeros, que conocían lo que había ocurrido pocos minutos antes en Nueva York, optaron por asaltar la cabina del piloto donde se habían encerrado los terroristas y sacrificarse a una muerte cierta para evitar un desastre aún mayor. El avión acabó precipitándose contra un descampado en la localidad de Shanksville.