Cuando parecía imposible que la tensión entre Turquía e Israel llegase más lejos por el asalto israelí a la 'flotilla de Hamas' el año pasado, las relaciones entre ambos países sufrieron un nuevo contratiempo.
El gobierno islamista turco de Recep Tayyip Erdogan ha exigido una disculpa a Israel sobre su operación contra la flotilla, a raíz de la filtración esta semana a la prensa estadounidense de un informe de la ONU sobre aquel asalto, en el que murieron nueve turcos, y en el que se aprueba aquella acción defensiva.
Las conclusiones del informe de la ONU, dirigido por el ex primer ministro neozelandés Geoffrey Palmer y el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, aseguran que la actuación militar israelí contra la flotilla legal fue completamente legal, algo que rechaza tajantemente el Gobierno islamista de Erdogan, publica Efe.
Ante este informe, Turquía ha reducido al mínimo sus relaciones con Israel, lo que implica la retirada de su embajador en Tel Aviv y la suspensión de las relaciones militares, dinamitando literalmente lo que había sido una alianza estratégica con continuas crisis.
Por su parte, Israel aceptó el texto presentado el viernes, pero con reservas, como el rechazo a que actuase con fuerza "excesiva", pues cree que lo hizo de forma "razonable, proporcional y con contención". Asimismo, fuentes israelíes señalaron complacidas que la ONU considerase legal el bloqueo marítimo a la franja de Gaza, así como que se plantease "serias preguntas" sobre los organizadores de la 'flotilla de Hamas' y calificase la expedición de "acto peligroso y temerario".
Esto ha enojado a las fueras políticas turcas. Según el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, Turquía "tomará las medidas necesarias para garantizar la libertad de navegación en el Mediterráneo oriental", aunque no dio detalles sobre si ello implicará el despliegue de la flota militar turca en la zona. Además, amenazó con que Ankara llevará el caso del bloqueo a Gaza a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, como reacción a la opinión de la ONU de que el bloqueo naval israelí es legal.
Israel descarta disculparse
En Jerusalén, ante la airada reacción de los islamistas, las fuentes oficiales descartaron cualquier disculpa, al argumentar que Israel "tiene el legítimo derecho a proteger a sus ciudadanos y soldados", al tiempo que expresaron la esperanza de superar la crisis de las relaciones con Turquía.
No obstante, A pesar de ello, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su primera reacción pública desde el anuncio de Ankara el viernes, aseguró que su país "nunca quiso que las relaciones con Turquía se deteriorasen ni está ahora interesado en que se deterioren" aún más. "Esperamos encontrar un camino para superar las diferencias", señaló Netanyahu al inicio del consejo semanal de ministros.
No obstante, también aseguró que Israel no necesita disculparse "porque los soldados se defendieran a si mismos del ataque de activistas violentos de (la organización turca) IHH", principal impulsora de la flotilla de Hamas.
"No necesitamos disculparnos por impedir el contrabando de armas a Hamás (...) ni necesitamos disculparnos por trabajar para defender a nuestros ciudadanos, niños y localidades", agregó Netanyahu.
Hamas, satisfecho
La decisión de Turquía de rebajar el nivel de sus relaciones con Israel fue acogido con "satisfacción" por Hamás, que la calificó de "paso en la dirección correcta en respuesta a la arrogancia y agresión del ente sionista".
Las buenas relaciones entre Turquía e Israel comenzaron en la década de 1990, cuando la imagen del Estado hebreo mejoró a raíz de la Conferencia de Paz de Madrid.
Los turcos exploraban entonces nuevas alianzas tras la pérdida de su peso geopolítico que supuso la caída de la URSS y el fin de su existencia como último bastión occidental en el sudeste europeo.
Turquía se convirtió en uno de los principales consumidores de material y tecnología militar israelíes, y a cambio Israel recibía el apoyo de un importante país musulmán en los foros internacionales.
Esto redundó también en el incremento del comercio y el número de visitantes israelíes a Turquía, que llegó a ser de unos 400.000 al año, pero ahora se ha reducido a menos de la mitad.
Las relaciones comenzaron a empeorar a raíz de la actuación de Israel en Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009. Siguieron otros episodios, como la emisión de series y películas antiisraelíes en Turquía o la humillación pública de un diplomático turco por parte de las autoridades israelíes. A todo ello se unió la acción de Israel contra la flotilla ilegal a Gaza.