El régimen de los Castro ha llamado a consultas al corresponsal de El País y la SER en Cuba durante los últimos 20 años, el periodista Mauricio Vicent, para informarle de que no le sería renovada su credencial de trabajo. Dicen las autoridades cubanas que podría haber faltado a la "ética periodista o no se ajusta a la objetividad en sus despachos". Al menos esto es lo que alega el precepto legal cubano para dotar al régimen de poderes sobre el trabajo de los corresponsales de prensa extranjera en la isla.
Según cuenta este diario, el régimen totalitario les ha acusado de llevar ofreciendo desde hace tiempo una imagen parcial y negativa de la realidad cubana hasta el punto, dice el despacho de las autoridades cubanas, según El País, de haber llegado a influir "en la línea editorial" del buque insignia de Prisa.
Sigue este diario diciendo que ni Trinidad Jiménez ni el embajador español en Cuba, Manuel Cacho, han logrado evitar la retirada final de acreditación a su periodista pese a que lo han intentado. Además estiman, que este acontecimiento perjudica la imagen de Cuba en el mundo y no contribuye a mejorar las relaciones con Madrid.
Lo que no señala este diario en la información sobre la expulsión de su corresponsal, es si considera que la falta de libertad de expresión en Cuba se circunscribe únicamente a los corresponsales extranjeros. Tampoco si estima, como el régimen castrista, que la dictadura está haciendo esfuerzos de apertura que merecen el levantamiento del bloqueo –como estima el Gobierno socialista de España-, o si, por ejemplo, los presos políticos que aún siguen pudriéndose en las cárceles cubanas realmente merecen o no estar entre rejas.
En cualquier caso, lo que es evidente es que la retirada de la acreditación a Mauricio Vicent es una muestra más de la falta de libertades en Cuba, y un motivo más para condenar al régimen tirano y asesino de los Castro. Un régimen que aún mantiene pudriéndose en sus decenas de centros penitenciarios a varias decenas de disidentes cubanos cuyo único delito fue pensar de forma diferente a la dictadura. Además, los hermanos Castro mantienen a millones de cubanos sumidos en la más absoluta miseria, el chantaje, la represión y la persecución de libertades.