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DSK vuelve a Francia con un "impresionante despliegue de seguridad"

El político francés ha vuelto a París acompañado de su esposa tras la odisea judicial vivida en EEUU.

El político francés ha vuelto a París acompañado de su esposa tras la odisea judicial vivida en EEUU.

El ex director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn ha llegado este domingo a las 7.15 de la mañana al aeropuerto de Roissy a bordo de un vuelo de Air France acompañado de su mujer, Anne Sinclair, "en medio de un impresionante despliegue de seguridad", según explica el medio galo Le Parisien.

Strauss-Kahn abandonó el sábado Nueva York con su esposa, Anne Sinclair, desde el aeropuerto John F. Kennedy "rodeado de una multitud indescriptible", según relató el corresponsal del diario.

El ex director del FMI regresa así a su país tres meses después de su detención y posterior procesamiento en Estados Unidos por agresión sexual a una camarera de un hotel neoyorquino. Finalmente se han retirado todos los cargos.

En su regreso de 16 semanas de tormenta judicial en Estados Unidos, Strauss Khan se encargó de anunciar, por boca de su consejera de prensa, que el domingo no haría declaraciones, sin precisar cuándo se producirán ni en qué formato.

Cuando su avión tocó tierra pocos minutos después de las 07.00 hora local, decenas de periodistas lo estaban esperando en la terminal del aeropuerto Charles de Gaulle, además de un nutrido cordón policial que lo protegió de todo acoso y de alguna acción de protesta, que se había contemplado pero que al final no se produjo.

Una numeroso grupo de motoristas con cámaras siguió al político socialista desde al aeropuerto hasta su casa en la céntrica plaza de los Vosgos, uno de los lugares más exclusivos de París, donde de nuevo el matrimonio apareció sonriente, aunque silencioso con la prensa, de la que él se despidió con un "hasta pronto".

A falta de confirmación pública del entorno del interesado, la hipótesis que gana más terreno es que Strauss-Kahn hablará en una entrevista en televisión, y más probablemente en el telediario de más audiencia del país, el de la noche del canal privado TF1.

Esa intervención, para la que se baraja la fecha del próximo viernes y con una entrevistadora -la periodista Claire Chazal- conocida por su animadversión hacia los rumores y por no inmiscuirse en la vida privada de sus invitados, le permitiría ofrecer una explicación muy controlada sobre las acusaciones de agresión sexual.

Sus abogados le han aconsejado no dar detalles sobre lo que ocurrió en la mañana del pasado 14 de mayo en la habitación que ocupaba en el hotel Sofitel de Nueva York con la empleada Naffissatou Diallo, que luego lo denunció por haberla agredido sexualmente.

Pese a que la Fiscalía estadounidense retirara el pasado 23 de agosto la acusación de agresión sexual, el caso va a continuar dada la voluntad de Diallo de demandar a Strauss-Kahn por lo civil para reclamarle una indemnización.

Además, en Francia el político tiene abierta desde el mes de julio otra demanda, de la periodista y escritora Tristane Banon, que le acusa de haber intentado violarla en febrero de 2003.

La cadena de televisión "France 2" avanzó que la Justicia francesa ha organizado para la próxima semana un interrogatorio de Strauss-Kahn para que pueda aportar personalmente su versión de unos hechos que él ya calificó de "imaginarios" y a los que replicó inmediatamente con una denuncia por calumnias contra Banon.

Esas cuestiones pesarán en el futuro político del dignatario socialista, quien también debería dar pistas sobre sus ambiciones en ese terreno, en particular explicar su posicionamiento de cara a las primarias socialistas, que los demás candidatos han encarrilado sin él.

De hecho, el retorno a la escena política del que hasta hace cuatro meses era uno de los principales activos del Partido Socialista para ganar a Nicolas Sarkozy la presidencia de Francia en los comicios de la primavera de 2012 es un engorro para la mayor parte de los candidatos, que en este tiempo han marcado distancias con él.

Las encuestas de los últimos días evidencian que la inmensa mayoría de los franceses no solo no quieren que Strauss-Kahn vuelva a la primera línea del debate político, sino que muestran sus preferencias por otros candidatos socialistas con capacidad para vencer a Sarkozy.

Así, según el sondeo de Ifop publicado ¡ por Le Journal du Dimanche, François Hollande ganaría en una segunda vuelta con un 59 % de los votos al actual jefe del Estado, quien obtendría un 41 %.

Lo mismo ocurriría si la candidata socialista fuera Martine Aubry, que conseguiría un 54 % de los sufragios en la segunda vuelta frente a un 46 % para Sarkozy.

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