Durante toda la campaña electoral, Ollanta Humala se comprometió reiteradamente a luchar contra la corrupción, algo que a la vista de los últimos informes será un trabajo muy duro, en especial después de que el titular de la Contraloría General de la República (CGR) de Perú informara en el Congreso que entre enero de 2009 y julio de 2011 -es decir, la segunda mitad del gobierno de Alan García- se detectó a 10.659 funcionarios involucrados en presuntos casos de corrupción. Según el informe, 8.212 de éstos tendrían una responsabilidad administrativa y 2.447 una responsabilidad penal.
El contralor Fuad Khoury fue bastante claro al respecto ante la Comisión de Fiscalización: "La corrupción se sigue extendiendo en la administración pública". Anunció que este mismo mes se iniciará un examen especial en los trabajos del Tren Eléctrico, obra emblemática de Alan García, con el objetivo de verificar por qué se registró un aumento de 108 millones de dólares (unos 75 millones de euros) respecto al presupuesto original. Además, se hará una auditoría financiera a EsSalud, el seguro médico del Estado, con especial énfasis en la ejecución de dos proyectos de centros médicos sobre los que se sospecha de casos de corrupción.
Al final de su presentación, Khoury dijo que "espero que esta sea la primera de una serie de reuniones de trabajo que nos lleven a conseguir los elementos fundamentales para poder erradicar, o por lo menos disminuir, la corrupción que está imperando en este país. La Contraloría está trabajando puntualmente en todos los casos emblemáticos". De hecho, apuntó que hay "indicios razonables" de delitos que ameritan formar una comisión investigadora del gobierno de García y varios congresistas ya han apuntado su interés de que esto se lleve a cabo lo antes posible.
Esta noticia ha vuelto a remecer al panorama político peruano y muchos esperan que Alan García se pronuncie al respecto, aunque muy pocos creen que lo hará. Sin embargo, el que sí ha hecho declaraciones es el congresista de su partido (APRA) Mauricio Mulder. En declaraciones a Canal N, dijo que la Controlaría también tiene responsabilidad en esos casos de corrupción: "Todos los organismos públicos tienen un organismo de control a cargo de la Contraloría, si se escapan cosas es porque el organismo de control las dejó escapar". Khoury apenas respondió que "el trabajo de fiscalización no se fija a qué partido político pertenecen los investigados".
Alta corrupción en la Policía
Por si esto fuera poco, hace algunos días, Diario 16 publicó una noticia acerca del alto índice de corrupción dentro de la Policía peruana revelando que el 85% de los miembros de ese cuerpo eran corruptos. Esto ha traído más de una preocupación tanto a las autoridades como a los ciudadanos que ven cómo la inseguridad impera en la capital y en diferentes localidades del país.
Mucho tiene que ver esto con el ambiente de inseguridad con el que vive la población. Con policías corruptos es muy difícil combatir la delincuencia. Una de las primeras decisiones de Ollanta Humala al llegar a la presidencia fue encabezar el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC), un grupo que poco o nada ha hecho en los últimos años y cuya inactividad, entre otras cosas, ha permitido que la criminalidad haya crecido en casi un 400% desde el año 2006. El mismo Parlamento parece haberse puesto las pilas, sobre todo después de que la hija de uno de ellos fuera herida de bala durante un ataque de delincuentes.
En su informe, Diario 16 recuerda ejemplos como los de Colombia, Nueva York o Chile. Sus autoridades tuvieron que tomar medidas drásticas para eliminar a los malos elementos (en Colombia se destituyó al 70% de los mandos policiales) y así comprometer a los buenos elementos en la lucha contra la delincuencia. Ahora habrá que ver qué pasos da el gobierno de Humala para dar mayor seguridad a la población.