Irene (y el comienzo de la liga, y la polémica con las retransmisiones por la radio...) ha venido a salvar providencialmente a nuestros políticos para hacernos olvidar la reforma constitucional que viene. No sé si se han dado cuenta de que el telediario de la 1 abría cada día con la bendita noticia a la que le dedicaba casi la mitad del telediario, con conexiones de largos minutos con el bendito del Lorenzo Milá, corresponsal en USA.