Un debilitado "Irene", convertido ya en tormenta tropical, ha dejado a su paso por la costa Este de Estados Unidos al menos catorce muertos, 4,5 millones de personas sin electricidad e inundaciones, aunque no provocó los devastadores daños previstos en Nueva York.
"Lo peor de Irene ya ha pasado", declaró la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, en una rueda de prensa en Washington. No obstante, señaló que la tormenta "todavía es potencialmente peligrosa".
"Irene" causó también el caos en el transporte aéreo y este domingo sumaban ya en torno a los 9.000 los vuelos cancelados por la tormenta en todo el país, informa la agencia EFE.
Uno de los riesgos que se teme es el de inundaciones en los próximos días, debido a que las fuertes lluvias han acrecentado el cauce de numerosos ríos.
Napolitano atribuyó a las medidas de precaución adoptadas el hecho de que el balance de daños haya quedado por debajo de lo que se temía.
Las cifras de ‘Irene’
A su paso por la costa Este, donde tocó tierra el sábado en Carolina del Norte, "Irene" se ha cobrado al menos catorce vidas en los estados de Connecticut, Carolina del Norte, Florida, Nueva Jersey y Virginia.
Cerca de 4 millones de personas y establecimientos han perdido el suministro de electricidad a lo largo de la costa y las compañías eléctricas advierten de que podrían pasar hasta dos semanas hasta que todos los usuarios hayan recuperado el servicio.
Por su parte, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, recomendó a los ciudadanos no abandonar sus casas. "No salgan de sus casas. Todavía no es seguro. Tenemos inundaciones en todo el estado", afirmó Christie.
El gobernador de Nueva Jersey informó de que los daños en la costa "parecen ser menores de lo esperado", pero que las autoridades temen que las inundaciones provocadas por el desbordamiento de los ríos "superen los registros históricos".
Tras atravesar Nueva York, la tormenta tropical, que avanza a 96 kilómetros por hora según el último informe del Centro Nacional de Huracanes, se dirige ahora hacia Nueva Inglaterra, donde se prevé que llegue esta tarde.
Según una primera evaluación, los daños económicos ocasionados por Irene podrían situarse entre los mil y los 2.000 millones de dólares.
Nueva York fue una ciudad fantasma
El ciclón, que tocó tierra este domingo en Nueva York cerca de Coney Island, en Brooklyn, ha dejado numerosas inundaciones en las áreas de menor altura de la ciudad.
Cerca de los ríos Hudson y East, en el Bajo Manhattan, y en distintos puntos de las vías de circunvalación de la ciudad se detectaron inundaciones, así como en otras zonas de Brooklyn, Queens y Staten Island.
En Staten Island -una zona no incluida en el área de evacuaciones obligatorias, de una población de 370.000 personas, ordenada por el alcalde Michael Bloomberg ante la llegada del entonces huracán de categoría 1-, decenas de personas tuvieron que ser evacuadas por el Servicio de Bomberos. Las inundaciones podrían alargarse durante la jornada debido a la marea alta.
Además, los vientos y las lluvias, que han dejado también árboles caídos, líneas de electricidad cortadas y numerosos escombros, han dejado cerca de 760.000 personas sin luz en todo el estado.
No obstante, los rascacielos de la isla de Manhattan, el corazón de la Gran Manzana, apenas han sufrido daños, muy lejos del desastre que se temía si "Irene", el primer huracán que amenazaba Nueva York en 25 años, hubiera mantenido su fuerza.
En una de las primeras señales de que la ciudad comienza a recuperar la normalidad, la orden de evacuación obligatoria, según anunció Bloomberg, quedará levantada a las 15.00 horas locales (19.00 GMT).
Sin embargo, los servicios de transportes, que suspendieron sus recorridos ante la llegada del huracán, no podrán recuperar la normalidad hasta mañana, lunes. Tampoco reanudarán al menos hasta entonces sus operaciones los aeropuertos de la ciudad.