Los periodista aún no os habéis enterado de que ya no se utiliza la estala Ritcher para medir la magnitud de los terremotos.
Tampoco se ha notado nada en Columbus Avenue, a la altura de la calle 96, en Manhattan. La situacion en las calles de la ciudad es de abosluta normalidad.
A las afueras de Nueva York, donde trabajo, no se ha notado nada.
Lo que le faltaba a Obama.