El Gobierno japonés ha revisado a la baja su estimación sobre el volumen de sustancias radiactivas liberadas por la maltrecha planta nuclear de Fukushima Daiichi tras el accidente del 11 de marzo, según informa la cadena pública NHK y se hace eco la agencia Efe.
Los datos revisados por la Comisión de Seguridad Nuclear, dependiente del Gobierno, establecen que la planta emitió, entre el 12 de marzo y el 5 de abril, 570.000 terabecquereles de yodo 131 y cesio 137, un 10 por ciento menos que en su estimación anterior.
El nuevo cálculo se ha obtenido mediante el análisis de nuevos de niveles de radiación registrados en el aire y en puestos de medición.
También menos en el momento crítico
La Comisión también considera que la fuga de sustancias radiactivas alcanzó su máximo el 15 de marzo, entre las 13.00 (4.00 GMT) y las 17.00 hora local (8.00 GMT), cuando las explosiones se produjeron en los reactores 2 y 4.
Sin embargo, basándose en los nuevos datos, el organismo ha reducido en un 60 por ciento su estimación sobre la cantidad de sustancias emitidas durante esas cuatro horas.
Estas nuevas cifras, que constituyen una valoración menos negativa sobre el impacto del accidente, no han impedido que el gobierno insinúe en los últimos días que el acceso a determinadas zonas dentro del perímetro de 20 kilómetros creado alrededor de la central podría permanecer cerrado durante largo tiempo.
Así lo ha asegurado el ministro portavoz, Yukio Edano, basándose en unos datos preliminares del Ministerio de Ciencias que, no obstante, indican que sólo 15 de entre 50 puntos analizados dentro del perímetro de seguridad superarían los niveles máximos de radiación recomendados de la Comisión Internacional de Protección Radiológica.
Por su parte, el primer ministro japonés, Naoto Kan, ha expresado su deseo de visitar Fukushima en los próximos días, pese a que su dimisión es inminente, y varios medios locales han sugerido que este viaje podría servir para comunicar el cierre de estas zonas a largo plazo.