Los tribunales en todo Reino Unido están tratando por todos los medios este jueves de hacer frente a la gran avalancha de detenidos durante los disturbios de esta semana, entre ellos la hija de un millonario, un empleado de una organización caritativa y una mujer que se entregó tras sufrir remordimientos.
En el tribunal de magistrados de Westminster, en Londres, los furgones policiales hacen fila en torno al edificio ante la atenta mirada de numerosos curiosos, mientras se produce una procesión ininterrumpida de procesados. "En el interior reina el caos", ha reconocido un abogado defensor a Reuters.
En el mismo sentido se ha expresado otro letrado, Julian Young, en declaraciones a Sky News. "Los abogados hemos estado esperando durante horas los documentos y luego no podíamos encontrar a nuestros clientes. Los casos fueron demoran y mientras esperábamos a que se fotocopiaran los archivos se estropeó la fotocopiadora, fue un caos", ha relatado. "Necesitamos que los tribunales hagan justicia a los ciudadanos en lugar de verse empujados a una situación en la que tienen que declarar culpable o no culpable en un breve espacio de tiempo", ha denunciado el letrado.
Los tribunales de la capital y de otras ciudades como Birmingham y Manchester han continuado funcionando durante la noche para poder hacer frente al número de casos sin precedentes.
Según Scotland Yard, hasta este mediodía habían detenido a 922 personas en relación con los disturbios, de las que 401 ya han sido imputadas. Una de las detenidas, Natasha Reid, de 24 años, se entregó ya que no era "capaz de dormir" tras robar una televisión de una tienda. La joven ha sido advertida de que pese a su arrepentimiento podría ir a prisión.
La hija de un millonario, Laura Johnson, de 19 años, ha sido mantenida bajo custodia tras comparecer ante un tribunal en Bexley, cerca de Londres, tras ser detenida con material electrónico y alcohol por valor de unas 5.000 libras. Por otra parte, una adolescente del sur de Londres se ha entregado tras ver su foto en los periódicos. La menor ha dicho a la Policía que era una viandante pero la acusación señala que las imágenes de las cámaras de seguridad la muestran registrando en una tienda asaltada y saliendo con al menos dos televisiones de pantalla plana, por lo que se le ha denegado la libertad bajo fianza.
Por su parte, al cooperante Barry Naine, de 42 años, también le han denegado la libertad bajo fianza tras comprobarse que entró en una tienda de ropa en el sur de la capital.
En Westminster, las audiencias se están celebrando en dos pequeñas salas, con la prensa apostada en una pequeña galería y otra sala. Uno de los primeros casos fue el de un estudiante de Derecho acusado de formar parte de una banda que saqueó cafés y restaurantes en la zona de St John's Wood, en el norte de la capital.
Por su parte, Marouane Rouhi, de 21 años, ha sido una de las 16 personas acusadas de desórdenes violentos tras un incidente ocurrido poco después de la medianoche del miércoles en el que su grupo "saqueó propiedades y aterrorizó a los clientes" en la zona. Entre 30 y 50 personas participaron en estos incidentes.
Mientras Ahmed Farah, de 27 años y estudiante de periodismo, vio denegada la libertad bajo fianza tras ser acusado de posesión de un cuchillo en Hackney, en el este de Londres, escenario de algunos de los peores disturbios vistos en la capital. En la ciudad de Manchester (norte), al menos ocho personas habían sido encarceladas hasta las 7:00 horas de hoy por cargos que van desde agredir a agentes de policía a gestión de bienes robados.