Miembros de la minoría serbia en Kosovo han abierto fuego este miércoles por la noche contra las fuerzas de paz desplegadas por la OTAN en Kosovo (KFOR) después de prender fuego a un puesto fronterizo en la zona norte del país, de mayoría serbia.
La misión internacional ha explicado en un comunicado que "la situación se ha deteriorado en el puesto de Jarinje" donde, además del incendio, han tenido lugar "disparos contra personal de la KFOR en las inmediaciones".
La nota no aclara si alguna persona ha resultado herida o si las tropas de la OTAN han respondido a estas agresiones, si bien sí anuncia el envío de refuerzos a la frontera entre Kosovo y Serbia.
Un serbio testigo de los hechos ha indicado que decenas de personas con las caras cubiertas y armadas con palancas, palos, hachas, cócteles molotov y bengalas prendieron fuego al paso fronterizo. Este incendio llevó a los oficiales de aduanas y de la Policía a huir al cercano puesto de la KFOR.
Un policía kosovar falleció el martes tras unos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y un grupo de serbios que se oponía a los esfuerzos de Pristina por retomar el control de los puestos fronterizos. El mismo paso en el que han tenido lugar los disparos de hoy ya fue incendiado en 2008 por un grupo de serbios tras la independencia declarada unilateralmente por Kosovo.
El presidente de Serbia, Boris Tadic, ha instado este miércoles por la noche en un comunicado a los serbios residentes en la antigua provincia a poner fin a la violencia. Tadic ha calificado a las personas implicadas en estos sucesos de "vándalos" y ha asegurado que con sus acciones "no defienden ni al pueblo ni al Estado serbio".