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Humala jura como nuevo presidente en medio de los gritos del fujimorismo

Ollanta Humala juró su cargo como nuevo presidente del Perú en medio de la polémica al mencionar el "espíritu" de la constitución prefujimorista.

Humala se convirtió este jueves en el nuevo presidente de Perú para un período de cinco años y se comprometió a acabar con la exclusión y la pobreza en un discurso en el Congreso empañado por los gritos enfurecidos del fujimorismo que estallaron cuando el nacionalista mencionó el espíritu de la Constitución de 1979, la misma que fue reemplazada por la de 1993 después del autogolpe de estado de Alberto Fujimori.

El presidente dijo: "Ejerceré fielmente el cargo de Presidente de la República, que me ha confiado la Nación por el periodo presidencial 2011-2016 (...) honrando el espíritu, los principios y los valores de la Constitución de 1979". La Constitución de 1993 fue redactada por el Congreso Constituyente Democrático después del famoso autogolpe del 5 de abril de 1992 con el que Fujimori disolvió el Parlamento, uno de los hechos históricos más polémicos de la historia reciente de Perú. Por si no fuera poco, sus vicepresidentes, Marisol Espinoza y Omar Chehade, juraron y fueron mucho más explícitos al señalar que lo hacían por la Constitución de 1979.

El nuevo presidente de Perú prometió que implementará un Gobierno "sin calco ni copia" de ningún otro régimen de la región y subrayó que su principal objetivo será la inclusión social y mantener el crecimiento del país: "un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, democracia e inclusión social", dijo Humala. "Las características de este gobierno -apuntó- pueden resumirse en los siguientes términos: reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación".

Durante un mensaje de casi una hora de duración, el nuevo presidente peruano anunció un aumento en el sueldo mínimo, que pasará de 600 (158 euros) a 675 soles (178 euros) en agosto y a 750 soles el próximo año (198 euros). Además, dijo que aplicará una "economía nacional de mercado abierta al mundo", que propondrá drásticas sanciones para los funcionarios corruptos, incrementará la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo y fortalecerá el sistema de defensa nacional.

"El Perú es un país plurilingüe y multicultural", que sufre, dijo Humala, "el abandono de los políticos y de un Estado insensible, burocrático y centralista", Según él, el Estado peruano "le ha dado la espalda al interior del país" y "se niega a subir a los Andes y a extenderse en nuestra amazonía, el Estado acechado por la corrupción y el despilfarro, alejado de sus ciudadanos, incapaz de protegerlos de la violencia y la criminalidad".

Ollanta Humala se definió como "un celoso guardián del Estado de Derecho y un defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa y de expresión". "El Perú establecerá una nueva relación entre el Estado y el mercado –dijo-, distinta de las fracasadas recetas extremas del Estado intervencionista o del Estado mínimo y excluyente".

Corrupción y recursos naturales

Humala se mostró a favor de tomar medidas para que no prescriban los delitos de corrupción, uno de los principales retos que han tenido que afrontar los jefes de Estado peruanos en las últimas décadas y una de las principales críticas y preocupaciones de la población. "Defiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en agravio del Estado y la inhabilitación a perpetuidad contra sus autores o cómplices para evitar el perjuicio futuro de la gestión publica", manifestó.

En este sentido, ha sugerido revocar las penas condicionales en estos casos para que la prisión se cumpla de "manera efectiva" y ha abogado además por eliminar los beneficios penitenciarios para los corruptos, lo que podría interpretarse como una alusión a Fujimori, quien disfruta de ciertas ventajas en la prisión donde cumple una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad.

En cuanto a los recursos naturales del Perú, Humala dijo que establecerá "una política de aprovechamiento soberano (...) que garantice la explotación racional y equilibrada del agua, la tierra, los bosques, la biodiversidad, el gas y los minerales". "Las ganancias extraordinarias de las empresas mineras deben contribuir al esfuerzo nacional en pro del combate contra la pobreza. Los contratos serán respetados y la negociación permitirá (...) que esta significativa contribución beneficie a todo el país".

Humala dijo que ejecutará "una política contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible para convertir a los productores, hoy ilegales, en agentes de una economía legal". "No legalizaremos ninguna droga ni tampoco los cultivos ilícitos y por el contrario los vamos a combatir", aseveró Humala, pero advirtió de que su política antidroga "será soberana y reclamará que se haga realidad la responsabilidad compartida con los países consumidores".

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