El autor confeso del doble atentado de Noruega, en los que murieron 76 personas, Anders Behring Breivik, ha sido recluido en una celda de siete metros cuadrados en el centro penitenciario de Ila, en Sandvika, al oeste de Oslo, según el diario Verdens Gang en su edición digital.
El noruego, de 32 años permanecerá allí cuatro de las ocho semanas de prisión preventiva, prácticamente aislado y vigilado las veinticuatro horas del día para evitar que se suicide, agregó la publicación.
Durante este primer mes de reclusión, el autor del doble atentado no podrá relacionarse con ningún otro preso y podrá comunicarse únicamente con su abogado, Geir Lippestad, así como con la Policía. Un portavoz de la vigilancia de la prisión señaló que se había descartado recluir a Breivik en el centro penitenciario de Ringerike, en el fiordo de Tyri.
Sin embargo, esta cárcel, inaugurada en 2010, es considerada como la prisión más lujosa del mundo donde el recluso disfruta de comodidades que no todos los ciudadanos libres pueden permitirse.
Los presos viven en auténticas suites e incluso la prisión cuenta con una pequeña heladería. Allí también disponen de televisiones con pantallas planas e, incluso, para que se cumpla el objetivo de que no parezca una prisión las celdas tienen ventanas sin rejas.
Ocupada por 252 presos cada 12-15 celdas hay una cocina de alta gama y áreas de descanso con mesas de café. En el patio hay un mural que costó un millón de euros.
Igualmente, la cárcel tiene comodidades como un estudio de sonido, cintas para correr y hasta una casa independiente donde los presos pueden hospedar a sus familias. Y para evitar una imagen de prisión el exterior parece cualquier cosa menos una cárcel.
En esta prisión los policías que custodian a los presos no van armados y conviven con ellos buena parte del día, y hasta los reclusos reciben cuestionarios de cómo mejorar su estancia temporal en esta lujosa cárcel.