Bueno,vamos a cruzar los dedos para ver si cae...
Para ¿cuánto rato?... ¡por Dios, qué incertidumbre!. Mi botella de champán, espera fresquita.
Enloquecida, temporal y de alegria. Esperemos de la bondad del todopoderoso y a corto plazo le conceda tan merecido descanso, al pueblo Venezolano
In saecula saeculorum.