Hasta ahora, la fortaleza de Anne Sinclair, la mujer de Strauss-Kahn, había sorprendido a propios y extraños. A pesar de las numerosas pruebas que daban testimonio de la vida alocada y promiscua de su marido, esta veterana periodista ha permanecido a su lado firmemente. De hecho, hizo declaraciones a la prensa confirmando que DSK gozaba de toda su confianza, y que no daba ningún tipo de crédito a las acusaciones de la Justicia norteamericana contra su esposo. Fue con él a los juzgados, permaneció a su lado durante las largas horas de declaración, y todo parecía indicar que se trataba de una unión sólida con la que no acabaría, ni siquiera, una sentencia que ratificase la condena del exdirector del FMI.
Pero parece que no es así. La pasada semana, la prensa francesa advirtió un detalle que la mayoría habían pasado por alto: durante la toma de declaración de DSK en un juzgado neoyorkino, Anne Sinclair no llevó la alianza de casada. Sobre esta pista han investigado diversos diarios y revistas del colorín, y parece que, efectivamente, Sinclaire está ultimando su divorcio del socialista francés. Según Closer, ya habría hecho varias visitas a su abogado en París, con el que estaría preparando la documentación. La teoría que esgrime la revista es que el conocimiento de este último affaire de DSK sí que logró dinamitar el matrimonio, pero ambos acordaron aparentar que la unión seguía firme, y poder usar esto en su defensa ante el Tribunal.
El tiempo dirá si se trataba sólo de rumores, o realmente Sinclaire está queriendo poner tierra de por medio, o si el olvido de la alianza no es más que un despiste, y las visitas a su abogado, mero trámite.