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Una periodista también acusa a Strauss-Khan de acoso sexual

La mujer, de 32 años y origen africano, ha identificado al director del FMI como su agresor sexual. 

Poco a poco se van conciendo más datos de la camarera que denunció a Dominique Strauss-Khan por agresión sexual. La prensa internacional se ha volcado con el asunto, y han recabado testimonios de sus jefes en el Hotel, vecinos... incluso, han tenido acceso a la declaración que hizo frente a la policía al denunciar la agresión.

En concreto, Liberatión publica los detalles más escabrosos, en los que la joven denuncia como se produjo todo. Ella entró a la suite del socialista francés, y preguntó si había alguien, pero no recibió respuesta. Al avanzar por la suite –que tiene una sala de conferencias, un comedor, un dormitorio y un baño, por unos 3.000 dólares el día- fue cuando el director del FMI apareció desnudo, y la obligó a practicarle sexo oral.

La mujer huyó y lo denuncio a la Policía, desencadenándose un auténtico terremoto político mundial. The New York Times cuenta que la chica es una inmigrante africana de 32 años, que sus compañeros en el hotel Sofitel la definen como una chica "discreta" y muy trabajadora. También sus vecinos del Bronx, donde vive con su hija, dan testimonio de la seriedad de la camarera: "Es buena gente. Cada vez que la veía me ponía contenta porque ambas somos africanas. Ella nunca tiene problemas con nadie", aseguran. Sus jefes del hotel se han apresurado a desmentir que pueda ser un montaje orquestado para destruir al francés, y han dado referencias de la mujer, alabando su trabajo en todos los años que lleva en el complejo. 

Después de acudir a la policía y de que Strauss-Kahn fuera detenido, la víctima ha identificado a su agresor en una rueda de reconocimiento. El rotativo neoyorkino dice que fue en torno a las 4:30, y le identificó entre otros hombres de aspecto similar. Tras ello, salió de la unidad especial de víctimas en una camioneta, tapando su rostro por un manta.

Mientras, la comparecencia de Khan se ha retrasado, debido a que finalmente este ha consentido que se realice un examen forense que determine si en su cuerpo hay restos biológicos que confírmen la agresión. 

"Nuestro cliente ha consentido voluntariamente que se le realice un examen científico y forense esta noche. A petición del Gobierno y a la luz de la hora, hemos acordado posponer la comparecencia hasta mañana por la mañana", ha explicado el letrado, en las afueras de la Corte Criminal de Manhattan.

Interrogado sobre el estado de Strauss-Kahn, Taylor ha indicado que se encuentra "cansado pero bien", a pesar de que ha sido detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York cuando se disponía a volar hacia París, acusado de intentar violar a una de las empleadas del hotel donde estaba alojado.

Poco después de autorizar este examen, el director gerente del FMI ha abandonado las dependencias de la unidad policial contra delitos sexuales del distrito neoyorquino de Harlem, donde estaba detenido, sin que se sepa su destino, ya que la Policía ha ofrecido información contradictoria.

Los fiscales de Nueva York le han acusado formalmente de acto sexual criminal, intento de violación y detención ilegal. No obstante, Benjamin Brafman, otro de sus abogados defensores ha asegurado que su representado se declarará "no culpable" de todos los cargos.

Strauss-Kahn fue detenido a bordo del avión en el que iba a viajar con destino a París minutos antes de que éste despegara, debido a la denuncia que una empleada del hotel donde se alojaba ha presentado en su contra por intento de violación.

"El Departamento de Policía de Nueva York descubrió que (Strauss-Kahn) había abandonado el hotel, dejándose el teléfono móvil en la habitación", ha explicado previamente el portavoz del Departamento, Paul Browne. "Supimos que estaba en un avión de Air France. Retrasaron el despegue para que pudiéramos sacarle del avión y ahora se encuentra bajo custodia para el interrogatorio", había indicado.

La Policía ha informado de que el supuesto incidente tuvo lugar en el hotel Sofitel ubicado en la calle 44 Oeste, cerca de Times Square. "La mujer fue trasladada por el servicio de emergencias médicas al hotel Roosevelt, donde fue tratada de heridas de poca consideración", ha precisado Browne.

¿Otra agresión sexual?

Además, a DSK le crecen los problemas. A la luz de este escándalo, ha salido otra mujer, Tristan Banon, acusándole de haber abusado también de ella en 2007. La joven es hija de una veterana política socialista, y vecina de la misma zona adinerada en la que nació y creció el director del FMI.

Le Figarorecoge el testimonio de la chica, que básicamente le acusa de haberla acosado "rompiéndome el sujetador y tratando de bajarme los vaqueros" en 2007, cuando iba a hacerle una entrevista en su casa. "yo le repetí claramente que no, que no. Luchamos en el suelo, le di un par de bofetadas y hasta patadas, pero él rompió mi sujetador y trató de bajarme los vaqueros", asegura. Tendrá que demostrarse, pero no parece más que un testimonio interesado aprovechando el tirón de DSK y su detención. 

No tiene inmunidad diplomática

Según el portavoz de la Policía de Nueva York, Strauss-Kahn no tiene inmunidad diplomática por el cargo que ocupa. En virtud de las leyes del estado de Nueva York, un acto sexual criminal incluye obligar a una persona a mantener sexo oral.

Strauss-Kahn asumió su cargo al frente del FMI en noviembre de 2007 por un mandato de cinco años que expira el año próximo. Anteriormente, había sido ministro de Finanzas en Francia, miembro de la Asamblea Nacional francesa y profesor de Economía en el Instituto de Estudios Políticos de París.

Esta no es la primera vez que el director del FMI se encuentra en el ojo del huracán. En octubre de 2008, tuvo que pedir disculpas por "un error de juicio" por un 'affair' con una economista del FMI que era su subordinada. La investigación le exculpó de acoso y abuso de poder, si bien fue advertido por la junta de los países miembros del FMI de que no volviera a incurrir en una conducta inadecuada. Strauss-Kahn pidió disculpas a la mujer, Piroska Nagy, y a su esposa, así como a los empleados del FMI por el alboroto causado. 

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