Ya el mismo lunes por la mañana, a las pocas horas de conocerse la muerte de Ben Laden a manos del Ejército de Estados Unidos, las autoridades norteamericanas apuntaron a que la pista que siguió la CIA para encontrar al terrorista partió de Guantánamo.
En concreto, la Administración norteamericana, informaba de que el testimonio de uno de los presos interrogados en la base norteamericana permitió iniciar las pesquisas. Exactamente, ese preso puso un alias a uno de los correos de confianza de Ben Laden y aportó los primeros datos sobre él, como que era un protegido de Khalid Shaikh Mohammed, el cerebro confeso de los ataques del 11-S. A partir de aquí, la Inteligencia militar sólo tuvo que tirar del hilo.
Los diarios y televisiones más prestigiosos de EEUU se hacían eco de esta pista clave para la operación Gerónimo. Libertad Digital, en su empeño por informar a sus lectores con la mayor precisión y celeridad de lo ocurrido, no dudó en dar credibilidad a esta información dándole la importancia que merecía.
Dos días después, este miércoles la prensa nacional ha comprendido la importancia de esta información en la operación que ha culminado con la muerte del terrorista más buscado. Y la dan a conocer a sus lectores.
