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(17-10-03) España y el eje franco-alemán mantienen sus diferencias sobre la Constitución

El primer ministro italiano Silvio Berlusconi anunció que la propuesta de compromiso sobre la Constitución europea que presentará en noviembre "no será un proyecto a la baja" respecto al borrador actual elaborado por la Convención para el futuro de Europa. José María Aznar ha pedido al eje franco-alemán, representado por el presidente de Francia, Jacques Chirac, que negocie la propuesta sobre la futura Constitución europea con "espíritu positivo".

LD (Agencias) En la rueda de prensa final del Consejo Europeo, Berlusconi aseguró que tiene ya "algunas ideas" y aseguró que la propuesta será "alta, noble y de carácter constitucional", es decir, "no descenderá a los detalles" de funcionamiento de las instituciones. El primer ministro insistió en que la propuesta de compromiso "se inspirará en el proyecto de Constitución elaborado por la Convención, y además tomará en consideración otras opiniones que vayan surgiendo en la Conferencia Intergubernamental". Anunció su intención de "hacer consultas bilaterales", que le servirán a la presidencia italiana para presentar una propuesta entre mediados y finales de noviembre que cuente con el apoyo de todos.

En este sentido, Berlusconi anunció que ya había hablado "con José María Aznar y con Leszek Miller (primer ministro polaco)" pero además dijo que tenía "una cita con ellos para discutir con toda profundidad y lograr una solución" a la negativa de España y Polonia a aceptar un cambio en el sistema de votación decidido en Niza. "Es un problema que tendremos que tratar y que será probablemente uno de los más difíciles", añadió Berlusconi, aunque confió en "encontrar una solución".

La polémica central en la discusión sobre la futura Constitución europea se centra en el procedimiento de votación para la toma de decisiones en las instituciones europeas de los 25. En virtud del borrador presentado por la Convención para el futuro de Europa, que dirigió Valery Giscard d´Estaing, la mayoría de las políticas de la UE serían adoptadas mediante una llamada doble mayoría de al menos la mitad de todos los estados miembros, y que representen al menos el sesenta por ciento de la población del bloque. Sin embargo, España y Polonia se han manifestado en contra y piden que se mantenga el voto ponderado ratificado en el "Tratado de Niza", aprobado en el año 2000 y ahora en vigor.

Aznar pide "espíritu positivo" al eje francoi alemán

Por su parte y en conferencia de prensa al término de la cumbre, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, afirmó que el "eje franco-alemán" es "fundamental" en la UE, pero hace falta que actúe con un "espíritu positivo" y constructor dentro de la Unión. El mandatario consideró "muy interesante" el hecho de que el presidente francés, Jacques Chirac, haya intervenido en nombre del canciller alemán, Gerhard Schroeder, porque no es una práctica habitual en un Consejo Europeo que un jefe de delegación hable en nombre de otro. En todo caso, el jefe del Ejecutivo no se pronunció sobre el contenido de la intervención de Chirac, en quien delegó Schroeder al regresar a Berlín antes del fin de la cumbre, y se limitó a reiterar que, al no ser habitual este tipo de prácticas, "sin duda no deja de tener interés".

Respecto a la posición de España sobre el reparto de poder institucional en la UE, Aznar insistió en que la fórmula propuesta por la Convención es "peor" que la pactada en el Consejo Europeo de Niza y volvió a mostrarse dispuesto a estudiar cualquier otra alternativa que respete "los equilibrios esenciales y fundamentales" acordados en la ciudad francesa.

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