LD (Agencias) La primera ronda de conversaciones oficiales entre las autoridades de Serbia y Kosovo tras la guerra de 1999 empezó en Viena con la presencia de altos representantes de la comunidad internacional. La reunión, que se celebra por la fuerte presión de la ONU, la OTAN, la Unión Europea (UE), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y EEUU, fue inaugurada por el canciller federal de Austria, Wolfgang Schüssel, y está presidida por el jefe de la misión administradora de la ONU para Kosovo (UNMIK), el finlandés Harri Holkeri. Asisten también el alto representante de Política Exterior y Seguridad Común (PESC) de la UE, Javier Solana; el secretario general de la OTAN, George Robertson, y su futuro sucesor y actual presidente de la OSCE, Jaap de Hoop Scheffer.
El primer ministro de Serbia, Zoran Zivkovic, y el viceprimer ministro serbio encargado de Kosovo, Nebojsa Covic, integran junto a otros enviados la delegación de Belgrado, de la que se retiró a última hora el presidente de Serbia y Montenegro, Svetozar Marovic. La delegación de Pristina en la apertura del diálogo cuenta con el presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, y el presidente del Parlamento, Nexhat Daci, pero pese a las presiones internacionales no asiste el primer ministro kosovar, Bajram Rexhepi.
La UE expresó su "decepción" por el hecho de que Kosovo envíe una delegación "parcial" al no estar en ella el primer ministro. Hasta el último momento la actitud de los líderes kosovares amenazaba con hacer fracasar el comienzo de las conversaciones, dada su reticencia a hablar con las autoridades de Belgrado mientras no se aborde la aspiración de Kosovo a proclamar su independencia.
El primer ministro de Serbia, Zoran Zivkovic, y el viceprimer ministro serbio encargado de Kosovo, Nebojsa Covic, integran junto a otros enviados la delegación de Belgrado, de la que se retiró a última hora el presidente de Serbia y Montenegro, Svetozar Marovic. La delegación de Pristina en la apertura del diálogo cuenta con el presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, y el presidente del Parlamento, Nexhat Daci, pero pese a las presiones internacionales no asiste el primer ministro kosovar, Bajram Rexhepi.
La UE expresó su "decepción" por el hecho de que Kosovo envíe una delegación "parcial" al no estar en ella el primer ministro. Hasta el último momento la actitud de los líderes kosovares amenazaba con hacer fracasar el comienzo de las conversaciones, dada su reticencia a hablar con las autoridades de Belgrado mientras no se aborde la aspiración de Kosovo a proclamar su independencia.