LD (Agencias) Adnan Buyung Nasution, jefe del equipo de ochenta letrados que se ocupan de la defensa del ulema Abu Bakar Bashir, explicó que "el juicio, que comenzó el 23 de abril, adolece de graves deficiencias y señaló que se trata de un caso de derechos humanos porque Indonesia "está juzgando las creencias de Bashir". El líder religioso radical y supuesto jefe de la organización terrorista Yemaah Islamiya, que en numerosas ocasiones ha calificado de "héroe" al disidente saudí y jefe de Al-Qaeda, Osama ben Laden, fue detenido en la ciudad de Solo, en Java Central, días después del sangriento atentado de Bali, que dejó 202 muertos y más de 350 heridos el pasado mes de octubre. Bashir fue inicialmente acusado de intentar asesinar a la presidenta indonesa, Megawati Sukarnoputri, cuando ésta era vicepresidenta.
Después se le relacionó con los atentados de Bali, cargos que fueron retirados por falta de pruebas, al igual que sucedió con los relativos al intento de asesinato de Sukarnoputri, pero persisten las acusaciones de terrorismo y traición. El ulema niega todos los cargos, incluida la acusación de ser el líder espiritual de la Yemaah Islamiya, el supuesto brazo de Al-Qaeda en el sudeste asiático, e insiste en que está siendo utilizado por el Gobierno para demostrar a EEUU que Indonesia está, finalmente, interesada en eliminar a los radicales islámicos.
Nasution defiende que a su cliente le han "tendido una trampa", que "las acusaciones no son claras, concretas, ni precisas" y que la documentación de la Policía es confusa. "Es un caso preparado", insistió el letrado, quien agregó que la policía ha sido incapaz de descubrir pruebas que relacionen a Bashir con los atentados o con las acusaciones de traición. La defensa cree que los cargos contra su cliente nacieron de "las sospechas de los estadounidenses" tras un artículo publicado en la revista Time en septiembre de 2002.
Después se le relacionó con los atentados de Bali, cargos que fueron retirados por falta de pruebas, al igual que sucedió con los relativos al intento de asesinato de Sukarnoputri, pero persisten las acusaciones de terrorismo y traición. El ulema niega todos los cargos, incluida la acusación de ser el líder espiritual de la Yemaah Islamiya, el supuesto brazo de Al-Qaeda en el sudeste asiático, e insiste en que está siendo utilizado por el Gobierno para demostrar a EEUU que Indonesia está, finalmente, interesada en eliminar a los radicales islámicos.
Nasution defiende que a su cliente le han "tendido una trampa", que "las acusaciones no son claras, concretas, ni precisas" y que la documentación de la Policía es confusa. "Es un caso preparado", insistió el letrado, quien agregó que la policía ha sido incapaz de descubrir pruebas que relacionen a Bashir con los atentados o con las acusaciones de traición. La defensa cree que los cargos contra su cliente nacieron de "las sospechas de los estadounidenses" tras un artículo publicado en la revista Time en septiembre de 2002.